Once detenidos por fraude en el empadronamiento de extranjeros

Los arrestados formaban una red que falsificaba documentos para que inmigrantes sin papeles pudieran censarse y solicitar su regularización

La Verdad, LA VERDAD , 25-06-2015

Agentes de la Policía Nacional han detenido a once personas acusadas de pertenecer a una red criminal dedicada a la falsificación de contratos de arrendamiento con los que acreditaban la residencia en Cartagena de personas extranjeras que vivían ilegalmente en España. Esos papeles servían posteriormente para regularizar su documentación.

Las pesquisas que han permitido realizar esta intervención se iniciaron el pasado mes de marzo. Entonces, la Policía tuvo conocimiento de la existencia de varios domicilios ubicados en el casco urbano de Cartagena donde constaban empadronados un elevado número de ciudadanos extranjeros. La mayor parte eran originarios de países como Marruecos, Senegal, Guinea, Pakistán y Ghana.

Comenzó entonces una investigación que permitió identificar a once ciudadanos marroquíes que, presuntamente, conseguían la documentación de los legítimos propietarios de las viviendas a través de personas que anteriormente llegaron a residir legalmente mediante alquileres en las mismas. Una vez en su poder la documentación y los datos de identidad, pasaban a la fase de captación de clientes a través del ‘boca a boca’ y de algunos negocios regentados por extranjeros, según informó ayer la Policía Nacional.

En la segunda fase de este proceso fraudulento, los ahora detenidos y sus clientes acordaban los plazos de empadronamiento necesarios, los importes a pagar por los beneficiarios y se pasaba a la preparación de solicitudes de censo en el municipio.

Posteriormente procedían a falsificar íntegramente los contratos de arrendamiento y autorizaciones individualizadas de residencia, simulándose en estos últimos documentos las firmas y datos de identidad de los propietarios. Los ficticios inquilinos presentaban esa documentación en oficinas del Ayuntamiento de Cartagena para conseguir el empadronamiento.

Una vez registrados en el censo municipal, el ciclo delictivo se cerraba mediante el pago a los responsables de la organización de las cantidades acordadas, que casi siempre rondaban los trescientos euros. Un portavoz policial advirtió de que, aunque ese dinero no parece excesivo, sí que proporcionó a los miembros de la red delictiva importantes ingresos ya que consiguieron empadronar en cada una de las viviendas hasta siete personas distintas.

La finalidad principal de los falsos empadronamientos era la de facilitar trámites en la Oficina de Extranjería en Murcia, principalmente peticiones de reagrupaciones familiares y solicitudes de arraigo social. En otros casos se perseguía asistencia sanitaria pública y acreditar un domicilio para la solicitud de la nacionalidad española.

Las investigaciones fueron llevadas a cabo por la Brigada Local de Extranjería y Fronteras de la comisaría local.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)