El primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, se ha mostrado “consternado y sorprendido” por el anuncio de Hungría de que construirá una valla en la frontera con Serbia para frenar la inmigración ilegal.

“La solución no pasa por el levantamiento de muros, sobre todo si alguien no es culpable. Serbia no puede tener la culpa por los inmigrantes , somos sólo un país de tránsito”, declaró Vucic el miércoles por la noche a la televisión pública serbia RTS.
Vucic indicó que los inmigrantes no quieren quedarse en Serbia y que no han entrado a través de este país, sino por “territorio de la Unión Europea (UE), a través de Bulgaria y Grecia”.

También señaló que Serbia “no es responsable” de la crisis provocada por la guerra civil en Siria, país de origen de muchos de los refugiados. A la emisora B92, Vucic recordó que Serbia ha atendido en lo que va de año a 22.000 refugiados “en conformidad con todas las normas del derecho internacional y el respeto a las personas”.

Indicó que su Gobierno reaccionará a los planes de Budapest “con dignidad, responsabilidad, seriedad, sin poner en peligro las relaciones con Hungría”, que el primer ministro serbio calificó de “excelentes”. Vucic anunció que tratará del asunto con su homólogo húngaro, Viktor Orban, el próximo 1 de julio, en una sesión conjunta de los dos Gobiernos que ya estaba planeada, así como con otros representantes de la UE.

El pasado miércoles, el ministro del Interior serbio, Nebojsa Stefanovic, pidió a los países de la UE que ayuden a Serbia, país candidato al ingreso comunitario, a enfrentar la llegada de inmigrante e insistió en que su país asumió “una gran carga de obligaciones” al respecto.

VALLA ANTIINMIGRACIÓN

El Gobierno conservador nacionalista de Hungría anunció el miércoles que construirá una valla de cuatro metros de altura a lo largo de su 175 kilómetros de frontera con Serbia para frenar la inmigración. Con unas 53.000 personas, Hungría es uno de los países europeos que más inmigrantes indocumentados ha registrado en lo que va de año, en su mayoría procedentes de Oriente Medio y Kosovo. La UE discute desde hace semanas cómo afrontar la ola migratoria desde África y Oriente Medio, que llega al continente a través del Mediterráneo y a través de los Balcanes, cruzando Hungría.