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Francia mantiene su rechazo a los inmigrantes de Italia
El Gobierno italiano asegura que está poniendo “toda su energía” en Ventimiglia
Deia, , 18-06-2015Roma/parís – La delegada del Gobierno en la provincia italiana de Imperia, Silvana Tizzano, afirmó ayer que ponen “todas las energías” para afrontar lo que consideró el “escenario que cambia continuamente” de la inmigración en la ciudad fronteriza de Ventimiglia (noroeste). “El objetivo es aligerar la situación en la frontera, que no favorece a nadie y, en segundo lugar, garantizar a estas personas un mínimo de atención, dijo Tizzano durante su visita a la estación de tren de Ventimiglia, donde permanecen cientos de inmigrantes a la espera de que las autoridades galas les permitan el paso. Quieren garantizar, además, “lugares de referencia donde puedan satisfacer sus necesidades en un modo digno y que no tengan que hacerlo en jardines o en otros puntos de la ciudad”, explicó.
Reconoció que no sabe si Ventimiglia podrá hacer frente a esta situación, pero, añadió: “Hemos puesto toda nuestra energía en ello”. “Estamos todos los actores (sociales e institucionales) encabezados por el ayuntamiento de Ventimiglia, afrontando esta exigencia”, agregó.
Por otro lado, aseguró no saber si el Gobierno de Italia tomará medidas sobre esta situación y rehusó opinar sobre la decisión unilateral de Francia de no permitir el paso a los inmigrantes.
Ventimiglia, a trece kilómetros de la frontera con Francia, recibe cada día cerca de 80 inmigrantes procedentes de otras estaciones de Italia, adonde llegan tras cruzar el Mediterráneo. Una situación que Tizzano calificó de “escenario que cambia continuamente”.
Las autoridades galas han decidido implementar los controles de su frontera con Italia y han prohibido de modo unilateral el paso a aquellos inmigrantes que no cuenten con un permiso de permanencia legal en la Unión Europa.
De este modo, esta localidad se ha convertido en una barrera para cientos de inmigrantes, que esperan la apertura del paso fronterizo para poder proseguir su viaje a Europa, mayoritariamente a países como Alemania o Noruega. Por esta medida, desde el pasado jueves, más de un centenar de inmigrantes han acampado en señal de protesta en los escollos que preceden al paso fronterizo.
“intensificar” las expulsiones Por su parte, el Gobierno francés anunció ayer un plan para hacer frente a la crisis de inmigrantes en el Mediterráneo que incluye “intensificar” las expulsiones de sin papeles y crear 11.000 plazas de acogida dirigidas sobre todo a demandantes de asilo y a quienes ya han obtenido el estatuto de refugiado.
El titular de Interior, Bernard Cazeneuve, presentó al término del Consejo de Ministros este plan que pretende, por una parte, “hacer fluidos los dispositivos de acogida de los demandantes de asilo y protegerlos mejor” y, por otra, “llevar a cabo una lucha resuelta contra la inmigración irregular”. Según el comunicado del Ejecutivo, este segundo punto se traducirá en “intensificar los controles” en el territorio francés o en “mejorar la calidad de los procedimientos” de expulsión.
También se incrementará el esfuerzo para desmantelar redes de inmigración irregular, promover ayudas para que los inmigrantes vuelvan a sus países de origen y mantener “una cooperación activa” con esos países. Esos dispositivos cobran un significado particular en un momento de tensión con Italia, desde donde cientos de inmigrantes llevan días intentando entrar en Francia, sobre todo desde la ciudad costera de Ventimiglia. Después de que la semana pasada más de 1.000 de esos sin papeles fueran devueltos a Italia por las autoridades galas. – Efe
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