Atrás quedan las imágenes de motines en centros de acogida y de educadores que amenazaban con arrojar la toalla porque no podían hacer frente a una situación que se les iba de las manos. Hace ahora siete años, los centros de tutela de menores extranjeros no acompañados en Gipuzkoa se encontraban saturados ante la continua llegada al territorio de chavales y chavales, la mayoría de origen magrebí, que buscaban conseguir una vida mejor en el territorio.

En 2008, año de mayor afluencia, la red foral de tutela llegó a tener hasta 221 menores acogidos. Las instalaciones estaban entonces a todas luces saturadas y los menores extranjeros no acompañados se habían convertido en un problema para la Diputación, encargada de su tutela por ley.

Pues bien, siete años después, el panorama no tiene nada que ver. Donde antes había 221 menores inmigrantes , a finales de 2014 había 64, según datos de la Dirección de Infancia de la Diputación de Gipuzkoa. En estos años, la cifra de chavales inmigrantes tutelados por la Diputación se ha ido reduciendo paulatinamente. Y se ha pasado de tener centros saturados a tener que cerrar instalaciones que en su día se abrieron para dar respuesta a este fenómeno.