LEYRE IGLESIAS BILBAO
Uno de cada cuatro niños que
cursan 4º de Primaria en el País
Vasco prefiere no tener que hacer
un trabajo de clase con un compañero
de otra religión. Así ha
contestado el 24% de este alumnado
de 9 y 10 años a una encuesta
del Instituto Vasco de Evaluación
e Investigación Educativa
(ISEI/IVEI). El 17% también responde
«No me gustaría» cuando
se le pregunta por colaborar con
escolares de un país diferente. El
instituto remarca que ese rechazo
supone «una clara llamada de
atención».
En su informe Evaluación de
Diagnóstico 2013. El alumnado
inmigrante en Euskadi –datado en
diciembre aunque difundido ahora–,
el IVEI, dependiente del Departamento
vasco de Educación,
apunta que ese rechazo tiene
unas características concretas.
Por un lado, es más acusado
entre los chicos que entre las chicas
–la diferencia ronda el 5%–.
Además, los problemas a la hora
de abordar un trabajo de clase
con niños extranjeros o de otras
religiones son menos entre los estudiantes
con un nivel socioeconómico
y cultural «medio-alto y
alto» que entre quienes se sitúan
en los estratos más bajos.
En tercer lugar, esa negativa
parece que va atemperándose con los años, porque los estudiantes
de 2º de Secundaria, el otro curso
analizado en este estudio, se
muestran más proclives hacia los
diferentes. Así, en ese curso superior
sólo el 5% rechaza colaborar
con adolescentes de otros países y
el 9% con los de otras religiones.
En cuarto lugar, el IVEI descubre
que esa negativa no está vinculada
necesariamente con una
mayor o menor presencia de extranjeros
en el aula del propio
alumno.
Los investigadores han extraído
estos datos de las preguntas sobre
alumnado inmigrante que por primera
vez han incorporado a la encuesta
que contestaron los alumnos
participantes en la Evaluación
de Diagnóstico del año 2013. El
instituto introdujo este apartado
de preguntas sobre la relación de
los alumnos «nativos» con los inmigrantes ,
convencido de que «el
éxito de su integración no sólo depende
del cumplimiento de unas
leyes, sino también de la actitud
de los miembros de la comunidad
educativa» y de la disponibilidad
de programas y recursos.
RENDIMIENTO MÁS BAJO
Más allá de las respuestas de los
estudiantes, el balance de los resultados
de los alumnos extranjeros
en estos exámenes internos es
agridulce. Lo bueno: que, en general,
el rendimiento de estos chicos
y chicas ha mejorado en los
últimos años. Lo malo: que la diferencia
con los escolares nacidos
en España sigue siendo importante,
especialmente en matemáticas.
Los inmigrantes son el 5,5% de
los alumnos vascos en 4º de Primaria
y el 8,3% en 2º de Secundaria.
Seis de cada diez –y esto es
importante por sus consecuencias
en su rendimiento escolar medio–
se sitúan en el nivel más bajo del
índice socioeconómico y cultural
(ISEC), el triple que el alumnado
nativo. La gran mayoría, además,
«se concentra preferentemente»
en la red pública y en los modelos
lingüísticos con menor presencia
del euskera. El gran exponente es
el modelo A –mayoría de horas en castellano– de un
colegio público: es
la línea con el nivel
económico más bajo
y la que acoge a
más inmigrantes .
Ellos representan
el 45,5% del alumnado
en el curso de
Primaria y el 62%
en Secundaria. En
los últimos años,
además, la brecha
se está haciendo
más grande entre
la red púbica y la
concertada. Si en
2009 el 53% de todo
el alumnado inmigrante
estaba en
la pública, en 2013
era el 59%, mientras
que la privada
ha pasado del 47% al 42%.
¿Y sus resultados? El alumnado
inmigrante en Euskadi obtiene en
todas las competencias puntuaciones
bastante inferiores. En Primaria
les diferencian desde los 11
puntos de su mejor área, comunicación
en castellano, hasta los 24
puntos de la peor, euskera o los
23 de matemáticas. En ninguna
–incluidas euskera, ciencias y
competencia social y ciudadana–
se encuentran en la media de los
escolares vascos de su curso. En
Secundaria las diferencias no
menguan sino que van a más en
prácticamente todas las materias;
incluso doblan la brecha: 46 puntos
de diferencia en euskera, casi
39 en matemáticas.
Es cierto que, según estos datos
oficiales, la situación ha mejorado.
Entre 2009 y 2013, las distancias
respecto a los «nativos» se
han acortado. Sobre todo en lenguas,
donde la diferencia se ha reducido
a la mitad. El gran problema
son las matemáticas: en Primaria,
esa reducción es menor y
en Secundaria, los estudiantes extranjeros
incluso han empeorado
sus resultados.
ESTUDIO DEL IVEI
46%
Modelo A público. Casi la mitad de los alumnos de 4º
de Primaria en la línea de español son extranjeros. En
2º de ESO, el 62%. Es el estrato con peores resultados
37%
Con otras religiones. Sólo al 37% en Primaria y al
50% en Secundaria le gustaría hacer un trabajo en
clase con un compañero de otra religión
39
Puntos de diferencia. Los escolares extranjeros
de ESO están 46 puntos por debajo de sus
compañeros en euskera y 39 en matemáticas.