Mientras un grupo de mujeres de Senegal cocinaba arroz con pollo, a su lado otro grupo de Gambia acompañaba este cereal con carne de ternera. Cerca, el grupo de voluntariado de Irurtzun realizaba una paella… diferentes maneras de preparar el arroz, un alimento universal y eje en torno al cual gira Arroces del mundo, un encuentro intercultural que tuvo lugar este pasado sábado en Irurtzun.

Además de ver como se elaboraban los diferentes guisos, con cumplidas explicaciones para todas aquellas personas interesadas, se pudo degustar los platos elaborados. Eran de Senegal, Gambia, Irurtzun, Argentina y Venezuela así como cous cous con verduras que cocinó un grupo de mujeres de Marruecos. Sin esperar a que estuvieran terminados, y salsera como es ella, Lorena Arangoa se paseó por los fogones cuchara en mano, una dinamizadora de lujo que hizo reír con sus ocurrencias a las numerosas personas que se acercaron a la plaza.

Y es que el arroz era la excusa para crear espacios que favorezcan el acercamiento y la interrelación entre personas procedentes de diferentes culturas. “No es un concurso de paellas, ni una simple exposición. Es mucho más. Es un hermanamiento de los pueblos y sus gentes, ya que acerca culturas” apuntó Bego Zestaru, técnica del servicio de Inmigración de la Mancomunidad de Sakana. Asimismo, apuntó que se trata de una iniciativa cargada de simbología. “Nos hace iguales en la medida en que tenemos acceso a un alimento universal, el arroz, y a la vez diferentes por la manera de prepararlo según el país o cultura”, observó.

Era la sexta edición de esta fiesta, que surgió a iniciativa de Itxipuru Taldea junto con el servicio de Inmigración de la Mancomunidad. Asimismo, cuenta con la colaboración del grupo de voluntariado de Irurtzun, coordinado desde los Servicios Sociales de Base de la zona.

Con un 16% de población de origen inmigrante, el doble que la media de Sakana, Irurtzun es un ejemplo de convivencia entre diferentes culturas. “Es un pueblo que se presenta multicultural porque existe una gran riqueza cultural y abre sus brazos al mundo” apunta Zestau.

mas propuestas En este encuentro en torno a la gastronomía no faltaron las actividades para los txikis, con un peculiar juego de la oca en el que los niños iban de diversidad en diversidad, con preguntas sobre distintas culturas que conviven en Irurtzun. A la hora de responder podían contar con la ayuda de personas que había en la plaza. Asimismo, había un txoko que invitaba a la reflexión sobre los prejuicios existentes y en el club de jubilados se proyectó un documental realizado en México sobre esta misma cuestión.