El pequeño Adou y las dichosas maletas. En una de color rosa se introdujo el 7 de mayo escondido como un contorsionista para intentar entrar en España y su infancia quedó suspendida durante un mes, el tiempo que ha pasado desde que el escáner del puesto fronterizo del Tarajal (Ceuta) le descubrió acurrucado entre jerseys hasta que ayer logró reunirse con su madre. Arrastrando otra trolley nueva, esta vez de color rojo brillante, salió ayer de la mano de su progenitora. Los dos sonreían por primera vez.

La primera maleta nos trajo a un crío costamarfileño de ocho años que se tapaba el vientre por nerviosismo y miedo, a un padre encarcelado y a una familia dividida por la angustia. La segunda llevaba un tesoro: un cargamento de juguetes y los papeles que permitirán a Adou quedarse en España. Le han dado una autorización de residencia de un año por circunstancias excepcionales y una tarjeta sanitaria.

La jefa del Área de Menores de Ceuta, Antonia Palomo, señaló que era «un dulce día» al ver partir al niño con su madre «y una maleta con ropa, enseres y su documentación, en la que esta vez no va él dentro», según contó a Europa Press.

Se acabó el centro de acogida de menores en el que Adou ha estado un mes. Tampoco su padre pasará más tiempo encerrado en la cárcel, ya que ayer por la tarde abandonó la prisión de Algeciras (Cádiz) tras decretar el juzgado su libertad con cargos y pagar una fianza de 5.000 euros. A encontrarse con él fueron Adou, su madre y la nueva maleta. El próximo destino será Puerto del Rosario (Fuerteventura), donde viven casi todos los Ouattara.

Mientras sigue la instrucción del caso, Ali Ouattara deberá comparecer una vez al mes ante una sede judicial y deberá hacer entrega de su pasaporte, dada la prohibición de abandonar el país que se le ha impuesto como medida cautelar, según indicó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

La Red Española de Inmigración se comprometió a pedir el indulto en caso de que el proceso judicial deviniera en una condena, así como en mantener la necesidad de la libre absolución del detenido.

Alí Ouattara estuvo en prisión preventiva desde el pasado 8 de mayo, primero en Ceuta y después en Sevilla y Algeciras, por un delito contra el derecho de los ciudadanos extranjeros, ya que fue detenido en la frontera del Tarajal poco después de que su hijo fuera localizado dentro de una maleta que portaba una mujer marroquí, también detenida. Únicamente quiso traer a su hijo, que se había quedado solo en Marruecos tras la muerte de su abuela, pero la cosa se le fue de las manos.

No obstante, la historia del pequeño Adou, cuyo reagrupamiento familiar fue denegado en su día por el escaso sueldo de su padre, ha tenido el final más feliz para la familia. Los informes solicitados a los Servicios Comunitarios de Fuerteventura han acreditado que la familia está «integrada» y cuenta con una «red de apoyo», lo que ha terminado de hacer viable la reagrupación de sus integrantes. La prueba de ADN también probó la relación de parentesco del crío que será conocido para siempre como el niño de la maleta.