Apenas unos días después de su presentación, la gran iniciativa de la Comisión Europea para su Estrategia de Inmigración 2015, un sistema de reparto por cuotas de solicitantes de asilo, tiene el no de los tres países a los que se le pide una mayor participación.
La Comisión quiere distribuir por toda la UE a 60.000 solicitantes de asilo. Por un lado, a 20.000 que serán invitados a venir. Por otro, 40.000 eritreos y sirios que han llegado este año a Italia y a Grecia. Y para éstos, en «situación de emergencia», Bruselas ha propuesto una fórmula en la que se tiene en cuenta dos factores: el PIB de los países (un 40%) y la población (otro 40%). Y a la vez, dos elemento de corrección, la tasa de paro y los esfuerzos previos para la acogida, cada uno con un peso del 10%.
Si primero fue España, que dejó claro desde el primer momento que la fórmula era «injusta» pues «infrarrepresentaba» en la ponderación el peso de la tasa de paro, que exige que sea mucho mayor, ayer se sumaron de forma oficial a la crítica Alemania y Francia, que denuncian la fórmula por no conceder la suficiente importancia a los esfuerzos de los años anteriores.
En un comunicado conjunto, los ministros de Interior de Berlín y París, Bernard Cazeneuve y Thomas de Maizière, «se declaran dispuestos a examinar la propuesta de la Comisión», dando de facto el visto bueno a la propuesta. Pero exigen modificaciones. Los ministros se quejan de que ahora cinco países (Francia, Alemania, Suecia, Italia y Hungría) soportan el 75 % de demandas de asilo de la UE. Los inmigrantes llegan por tierra o mar al sur, pero piden asilo al norte. Las cifras son claras. De las 184.665 personas a las que se concedió asilo en 2014, 47.555 lo lograron en Alemania, 33.025 en Suecia, 20.640 en Francia y 20.630 en Italia. En España, apenas 1.600.
El sistema de cuotas propuesto exigiría que Alemania acepte el 21,91% de los 40.000 sirios y eritreos que van a ser recolocados. Francia, un 16,88% y España, un 10,72%, siendo los tres países con mayor peso. Y a los tres les parece demasiado. La Comisión optó ayer por quedarse con lo bueno y dejar que lo malo sea discutido en el seno de la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del próximo día 25, y en las reuniones de los ministros de Interior y de Exteriores de la UE que se celebrarán en Luxemburgo los próximos días 15 y 22.
«Es una buena noticia que Francia y Alemania apoyen un mejor reparto de las responsabilidades y más de solidaridad en nuestras políticas migratorias», se felicitó la portavoz comunitaria Natasha Bertaud, que aseguró que la Comisión «seguirá discutiendo» los detalles de la fórmula antes de proponer un cambio.
Pero los ministros de Interior de los países más poblados –Alemania, Francia, España, Reino Unido, Italia y Polonia–, el G6, abordaron ayer en Moritzburg (Alemania) la propuesta, y se espera que presenten contraoferta en breve.