Bruselas trata de evitar el choque de trenes ante el reparto de refugiados
El comisario de inmigración se dice abierto a discutir los criterios de distribución e insiste en que serán “claros y objetivos”
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 21-05-2015La Comisión Europea encontró ayer en los principales grupos políticos del Parlamento Europeo a un importante aliado ante su propuesta de reparto de refugiados pero también se topó con algunas resistencias que evidencian la dura batalla que se abrirá en el Consejo una vez que Bruselas invoque la próxima semana el artículo 78.3 del Tratado para activar el mecanismo temporal de emergencia de reparto de refugiados ante el repunte de los flujos en el mediterráneo. “Nuestro vecindario más cercano están en llamas. Europa es vista como un refugio y es hora de que empecemos a ser responsables y actuemos juntos”, reivindicó el comisario de inmigración, Dimitrios Avramopoulous, que utilizó la sede parlamentaria para lanzar un guiño a los gobiernos. “Estoy dispuesto a discutir los criterios pero no nos escondamos detrás de esta discusión para no hacer nada”, pidió.
Un mensaje que tiene al menos una decena de destinatarios, empezando por Francia y España. Tanto París como Madrid han hecho pública su oposición al sistema de cuotas y en el caso español al peso de los criterios utilizados para determinar la distribución de los refugiados: el 40% para el PIB, el 40% para el tamaño de la población, el 10% para la tasa de paro y otro 10% para las demandas recibidas en el período 2010 – 2014. El gobierno considera que se infravaloran los dos últimos y que deberían contar más en la ecuación debido a la elevada tasa de paro española y al esfuerzo que hacen para controlar las fronteras exteriores europeas y que, según el argumento del gobierno, ha llevado a que el aumento de los flujos que utilizan España como vía de entrada haya sido mínimo en comparación con Italia o Malta.
dura negativa de parís También París se opone a la idea de cuotas aunque es partidario a un reparto “más equitativo” ya que considera inaceptable que solo cinco Estados miembros – Alemania, Suecia, Reino Unido, Italia y Francia – se repartan el 75% de los solicitantes de asilo. “Francia es y seguirá siendo contraria a cualquier idea de cuotas en materia de solicitudes de asilo. La demanda de asilo es un derecho concedido en función de criterios objetivos y no puede ser objetivo de un contingente”, recordó ayer el ejecutivo de Manuel Valls a través de un comunicado.
Avramopoulous por su parte no cerró la puerta a negociar esos criterios pero tampoco aclaró si sus propuestas legislativas de la próxima semana incluirán algún cambio para dar respuesta a las reticencias expresadas por gobiernos como el español o no. Lo único que quiso precisar es que la distribución se basará en criterios “objetivos y claros”. Desde el Ejecutivo comunitario, sin embargo, apuntan que el colegio de comisarios de Jean – Claude Juncker optará por mantener el sistema propuesto la semana pasada y que el gobierno que desee cambios tendrá que negociarlos y lucharlos en el Consejo de ministros de interior que es quien deberá negociar y aprobar la propuesta por mayoría cualificada.
Pero no solo países como Francia o España tienen reticencias. Más allá de Reino Unido – que puede por Tratado quedarse al margen de este esquema de reparto si así lo desea, lo mismo que Irlanda – hay otros del este de Europa que también han demostrado dudas sobre la propuesta estrella de la Comisión para contener el drama humanitario en las costas italianas. Desde Polonia hasta la República checa, los bálticos o el más contundente Hungría, cuyo primer ministro Viktor Orban llegó a calificar ante el pleno de la Eurocámara este pasado martes que considera la propuesta absurda y una “locura” que solo servirá para atraer más gente hacia Europa y un acicate para los traficantes de seres humanos.
“En los últimos días he escuchado muchas quejas de que el sistema está demasiado orientado hacia el mediterráneo. Seamos claros, lo que estamos construyendo no es solo una respuesta de emergencia a la presión actual. Es un mecanismo de emergencia que se podrá aplicar en el futuro allí donde haya presión”, explicó ayer el comisario de interior en clara alusión a quienes temen una oleada de los países de los Balcanes o de Ucrania . “Aquellos que ayuden hoy pueden ser los que necesiten ayuda mañana. Esto es lo que la solidaridad significa en la práctica”, recordó.
La muerte de un millar de personas en el mediterráneo en abril fue el desencadenante de esta respuesta legislativa y es hacia donde mira la Comisión. Según sus cifras, desde que arrancara 2015 han llegado más de 80.000 inmigrantes a las costas europeas y las solicitudes de asilo se han disparado a razón de 70.000 al mes. “Esto no se debe a ningún efecto llamada sino a que nuestras vecinos más cercanos están en llamas”, advirtió Avramopoulous que acudió al debate acompañado del vicepresidente Frans Timmermans: “No es aceptable decir que tenemos que acabar con los naufragios y al mismo tiempo quedarse callados sobre donde deben ir estás personas”, recriminó el socialista holandés y número dos de Jean – Claude Juncker.
Sus intervenciones fueron recibidas con el aplauso de populares, socialistas y liberales que ven con buenos ojos la instauración de un sistema de cuotas. “En el consejo hay muchos que dicen que no, que tienen dudas. Lo que no podemos hacer es fijarnos solo en nuestra situación personal, en nuestras cifras y perder la visión global. Espero que se pueda superar en junio. Se trata de una buena propuesta y cuenta con nuestro respaldo”, explicó el jefe de filas de los populares, el alemán Manfred Weber. También hubo, sin embargo, críticas entre la izquierda y los verdes contra la operación militar naval contra las mafias y una estrategia que creen se queda corta.
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