Albiol, a elogio 'limpio'
El Periodico, , 18-05-2015Cómo cambian las cosas en cuatro años. O no tanto. El mismo día (segundo domingo de campaña) en el mismo sitio (plaza de Trafalgar de Badalona). Mesas alargadas, abanicos, gorras y butifarra con ‘mongetes’ para todos. El mismo protagonista, Xavier García Albiol, deslizándose sobre el mismo filo de la xenofobia que le llevó a la alcaldía en el 2011 y que ahora apunta a reválida según las encuestas. La misma demostración de fuerza – «Hay butifarras para 3.000», dijeron los organizadores – y la misma maquinaria del PP catalán engrasada para brindar un apoyo explícito al controvertido alcalde, que el domingo puede otorgarle a Alicia Sánchez – Camacho su única alegría.
¿Qué ha cambiado entonces? Si nos ceñimos a las arengas del regidor, la de ayer podía parecer hasta inofensiva. Lo más fuerte que afirmó es que perseguirá a «todo aquel que no se comporte, sea nacional, inmigrante, católico, blanco, musulmán o negro». Y añadió que con su vara de mando no reprende «nacionalidades, etnias o religiones, sino conductas». Migajas si lo comparamos con esta frase pronunciada cuatro años atrás en la misma ágora: «A los que han venido a delinquir, a hacer la vida imposible a los vecinos y aprovecharse de las ayudas sociales, a esos, no los quiero en Badalona». O con esta otra lindeza: «Criticar que el ayuntamiento invierta el dinero de todos en proyectos para cuyas obras se contrata primero a extranjeros no es xenofobia, es supervivencia».
No es que el paso por la alcaldía haya suavizado la estrategia de Albiol. Es que en este caso no ha esperado a la mitad de la campaña para explotar su filón preferido (por no decir único), sino que lo convirtió en eslogan electoral con ese provocador ‘Limpiando Badalona’. El verbo fue conjugado ayer en varios tiempos, aunque más por Camacho que por su autor. «El PP tiene una receta que funciona, la ‘receta Albiol’. Por eso cuando ha dicho que va a limpiar Badalona, es porque no quiere incivismo ni delincuencia», justificó la líder del PPC tras definir a Albiol como «un ejemplo para el partido». El elogio no deja de tener su enjundia habida cuenta de que al regidor se le sitúa en las quinielas de posibles relevos de Camacho en un futuro. Antes de la loa, ambos bailaron aquella estrofa de Enrique Iglesias que reza: «’Yo quiero estar contigo, vivir contigo, bailar contigo…’».
Quizá también en clave interna haya que interpretar otra de las diferencias entre el mitin de ayer y el del 2011: la ausencia de Alberto Fernández Díaz, con quien no le une la mejor de las relaciones a Albiol pero de quien se retroalimenta en su placaje a la inmigración. El alcaldable popular de Barcelona – «El Raval no puede convertirse en un gueto islámico» – y su homólogo de Sant Adrià del Besòs, el atleta olímpico Jesús Ángel García Bragado – «¿Estás harto del incivismo de los inmigrantes ilegales y de los maleantes de los pinos?» – han aderezado con guindilla la pócima de Albiol.
El baño de masas – fue el mitin más multitudinario del PPC a expensas del aforo que recabe Mariano Rajoy hoy en Barcelona – y la encuesta de EL PERIÓDICO que reforzaba la mayoría del PP en Badalona le hicieron el guion al alcalde y a Camacho, que presumieron de que su «receta» con la inmigración es apetitosa. De eso y de poco más, porque del ‘procés’ y de la remontada económica, mensajes que tanto exprimen los populares, nada se dijo en la Galia de Albiol.
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