La muerte en menos de una semana de casi un millar de inmigrantes cuando intentaban llegar a Italia el pasado mes de abril conmocionó a Europa y obligó a los líderes de la UE a renovar su compromiso político ante un drama que sigue desangrando África. La respuesta de la Comisión Europea llegará en forma de una nueva estrategia que nace tocada por el rechazo frontal de países como Reino Unido o Hungría a una de sus propuestas estrella: la creación de un sistema de cuotas que hará obligatorio el reparto de refugiados entre los Estados miembros.

El argumento que esgrime Bruselas es simple. Con la llegada del verano la presión sobre los países que están en primera línea, Malta e Italia por ejemplo, continuará y la Unión Europea no puede esperar a que esa presión se vuelva intolerable. De ahí el nuevo planteamiento de Jean – Claude Juncker de crear un sistema de emergencia de forma inmediata para distribuir a los solicitantes de asilo entre todos los Estados miembros. Una redistribución que se realizará en función de criterios como “el PIB, la población, la tasa de desempleo y el número de solicitantes de asilo del pasado”.

sistema permanente de reparto La intención de Bruselas, avanza el borrador que se aprobará hoy, es presentar una propuesta concreta a finales de mes a la que seguirá otra a finales de año con un sistema más permanente que permita garantizar una solidaridad que hoy en día brilla por su ausencia. Como ejemplo, los nuevos datos publicados ayer por la agencia Eurostat sobre solicitudes de asilo aceptadas. En total, en 2014 fueron casi 185.000 las demandas que recibieron un sí, el doble que un año antes y el grueso como siempre se repartieron entre cuatro países: Alemania, Suecia, Francia e Italia. Muy lejos España, que aceptó 1.600 peticiones lo que supone poco más del 1% del total. De ahí ese esfuerzo compartido que ahora reclaman países como Alemania o Francia.

La estrategia, no obstante, va más allá de esta respuesta inmediata. Recoge el compromiso de triplicar los medios de la operación Tritón en el Mediterráneo, de exprimir más la inteligencia para identificar traficantes y nuevas rutas migratorias y pide una política de repatriaciones más efectiva. Y es que, alertan, las mafias saben que el sistema funciona mal, que los gobiernos no devuelven a todos los inmigrantes ilegales que reciben – solo el 39% de las decisiones de repatriación adoptadas en 2013 se aplicaron – y que tienen campo para explotar. El Ejecutivo comunitario también urgirá a poner en marcha nuevas vías de entrada legal a la UE y a revisar la directiva sobre la tarjeta azul para atraer talento de terceros países. Y es que el esquema actual, lamentan, no ha funcionado. Solo se han concedido 16.000 permisos, 13.000 en un solo Estado miembro.