Bruselas busca apoyos internacionales para tratar de frenar el flujo de inmigrantes . La jefa de la diplomacia, Federica Mogherini, pidió ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU un mandato para intervenir militarmente si fuera necesario contra las mafias al frente del tráfico de inmigrantes . «No podemos hacerlo solos, sino que tiene que ser un esfuerzo global común. Contamos con su apoyo para salvar vidas y desmantelar las organizaciones criminales que explotan la desesperación de la gente», dijo en Nueva York.

La UE aspira a que se apruebe una resolución vinculante bajo el capítulo Séptimo de la Carta de Naciones Unidas, una resolución que reconozca la crisis migratoria que vive el continente y le otorgue potestad para «mantener la paz internacional» recurriendo al uso de la fuerza. Especialmente, en aguas territoriales libias, de las que parten muchas de las embarcaciones cargadas de inmigrantes . En lo que va de año 1.800 personas han muerto en el Mediterráneo y cerca de 60.000 han tratado de completar el viaje, según estimaciones de la ONU.

Diplomáticos de Francia, Italia, España, el Reino Unido y Lituania trabajan en el borrador de la resolución. Mogherini explicó ayer que «queda todavía mucho trabajo por hacer», aunque no ha encontrado por ahora oposición en los miembros del Consejo. Como marco de referencia, se utilizaría la misión antipiratería que patrulla las aguas del Cuerno de África bajo bandera de la ONU. Esa misión ha logrado que se reduzca sustancialmente el número de ataques en las costas de Somalia.

El Gobierno libio se opone a las intenciones europeas de destruir los barcos de las mafias antes de que puedan ser utilizados o de detenerlos en sus aguas territoriales con inmigrantes a bordo. Su embajador ante la ONU dijo que la UE no les ha informado de sus planes. «Queremos saber cómo van a distinguir entre los barcos de los pescadores y los barcos de los traficantes», dijo el embajador Ibrahim Dabbashi. «Es muy preocupante».

A la espera de definir los muchos flecos pendientes, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg anunció ayer su respaldo a una eventual operación militar en el Mediterráneo contra las mafias que trafican con inmigrantes . «Apoyo los esfuerzos de la UE para intentar establecer una respuesta más completa a la tragedia», pero «no ha habido ninguna petición para un papel militar de la OTAN», precisó sobre uno de los elementos incluidos en el plan de urgencia elaborado por los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE el 23 de abril.

Un plan que la Comisión Europea completará mañana con una nueva estrategia migratoria en la que propone un reparto obligatorio de refugiados por medio de un sistema de cuotas con el que buscan garantizar una solidaridad que hoy en día brilla por su ausencia. «El flujo de personas a los Estados miembros que están en primera línea continuará en los próximos meses» y «la UE no puede esperar hasta que la presión se vuelva intolerable para actuar», alerta el borrador al que ha tenido acceso este diario.

El texto confirma que Bruselas presentará una propuesta sobre un reparto de emergencia a finales de mayo por medio de un mecanismo dirigido a personas «en clara necesidad de protección internacional» y destinado a garantizar «una participación justa y equilibrada de todos los Estados miembros en el esfuerzo común».

Entre los criterios a tener en cuenta: PIB, población, tasa de desempleo y cifras pasadas de solicitantes de asilo. El sistema se completará a finales de año con un mecanismo permanente para compartir la responsabilidad sobre «cifras más grandes» de refugiados. La discusión se augura muy polémica cuando llegue al Consejo dada la beligerante oposición de países como Reino Unido o Hungría a aceptar inmigrantes en su territorio y la postura favorable de países como Francia o Alemania.