S O C I E D A D U N A N U E VA R E A L I DA D
Por las calles vascas del islam
La comunidad musulmana suma ya entre 40.000 y 50.000 fieles. El debate sobre las ayudas sociales y la amenaza yihadista la sitúa en el centro del debate.
El Mundo, , 03-05-2015«El terrorismo es
cualquier cosa
menos islam»
La comunidad musulmana aspira a corregir la
imagen de radicalidad con la que se le vincula
La comunidad musulmana del País
Vasco, conformada por entre 40.000
y 50.000 personas que en gran medida
son inmigrantes de países como
Marruecos, Argelia y Pakistán, se sitúa
periódicamente en el centro del
debate social. La polémica abierta
por el alcalde de Vitoria, Javier Maroto
(PP), en torno al fraude en las
ayudas sociales –«los magrebíes viven
de las ayudas y no tienen interés
en trabajar»–, las discusiones vecinales
sobre si autorizar o no la apertura
de mezquitas en lonjas y, sobre todo,
la escalada del terrorismo en
nombre de Alá, que subyuga a buena
parte de la población de los países
islámicos y amenaza a todo Occidente,
incluida España, son de nuevo
elementos para la discusión.
Es una evidencia que de un tiempo
a esta parte el islam ha ganado
peso y presencia en las calles vascas.
No es inusual que muchos residentes
en el País Vasco, sobre todo
en las capitales, paseen con chilaba
(ellos) o con las distintas clases de
velo (ellas). Han proliferado comercios
que ofrecen alfombras para el
rezo y carne manipulada según los
ritos del Corán (‘halal’, visible en
muchos carteles de carnicerías o
restaurantes de comida rápida, significa
‘permitido’). Incluso se ofrecen
seguros para garantizar enterramientos
acordes con la sharia.
6.005 escolares piden conocimientos
islámicos en horas de Religión y
sólo hay dos profesores formados.
La comunidad musulmana, como
hace unas pocas décadas la católica,
tiene la fe como un elemento fundamental
que contrasta fuertemente
con una sociedad Occidental de corte
laico, liberal y capitalista. No son
pocos los fieles que siguen con pasión
y ortodoxia las enseñanzas del
profeta Mahoma. En algunos casos
se los puede identificar fácilmente
por una marca en la frente originada
por los rezos. Los expertos son perfectamente
conocedores de los prejuicios
y reticencias que todo esto genera,
sobre todo cuando esta comunidad
utiliza idiomas tan distintos al
castellano, elemento que facilita la
integración de la otra gran corriente
de inmigración, la sudamericana.
En un reciente curso policial sobre
yihadismo (término para definir el islam
convertido en «guerra santa»
contra los «infieles» y para conformar
un califato regido por la sharia
más pura), el ponente, ertzaina, quiso
matizar que muchas de las exigencias
del Corán sobre mujeres o
sobre la carne de cerdo no son tan
distintas a las recogidas en la Biblia.
La propia Ertzaintza, en su plan estratégico
para combatir lo que ha
bautizado como «radicalismo islámico
», plantea como medida fundamental
luchar también contra la «islamofobia
», que en el País Vasco se
ha traducido en algunas agresiones
y en pintadas y movilizaciones contra
la apertura de centros de culto.
En el País Vasco hay 57 mezquitas,
según las estadísticas del Ministerio
de Justicia, que están actualizadas
a 31 de diciembre de 2014. La
mayoría son lonjas o pequeños oratorios.
No hay grandes lugares de ostentación
con minaretes, como ocurre
con el templo de la M-30 en Madrid.
Por el contrario, son 911 las
parroquias de la Iglesia católica, según
su propio directorio, para un total
de 1.600.890 creyentes (practicantes
sólo 570.180 en 2012).
La diferencia fundamental entre
una mezquita y un templo católico es
que en las primeras existe una suerte
de consejo de administración que
las dirige y que es quien contrata al
imam o predicador. En función de
quién controle la mezquita elegirá el
perfil del imam y orientará esa comunidad
en una dirección.
Aproximadamente el 95% de la
población musulmana vasca es suní,
frente a un 5% chií. Si ese porcentaje
aumentara, como ha ocurrido
en Bélgica, podrían originarse
tensiones entre las dos grandes
facciones del islam, según la Policía.
Estas pugnas entre suníes y
chiíes explican muchos de los conflictos
armados en Oriente.
En el control de las mezquitas
juegan también un papel destacado
los infiltrados de Marruecos,
con un servicio secreto sorprendentemente
activo. Todo es debido
a que el grupo opositor Justicia y
Caridad, alegal en el país alauí por
no reconocer la autoridad religiosa
del rey Mohammed VI, copa ya un
30% de presencia en algunos templos.
En Eibar y Rentería, ambos
en Gipuzkoa, ha habido conflictos
por el control de sus mezquitas.
Finalmente, entre las mezquitas
hay que diferenciar las de orientación
salafista y las más próximas al
movimiento Tabligh Al-Dawa. El salafismo
es una interpretación extremadamente
rigorista del islam,
mientras que la Tabligh, que en cierta
medida también es ortodoxa, se
centra más en el proselitismo y en la
necesidad de difundir la fe con un espíritu
de «no violencia».
«El terrorismo es
cualquier cosa
menos islam»
La comunidad musulmana aspira a corregir la
imagen de radicalidad con la que se le vincula
EL ISLAM EN CIFRAS
40.000-50.000
Musulmanes. No existe un censo exacto, entre otras cosas porque
hay libertad religiosa en España y por el efecto de la inmigración
irregular. La cifra crece también merced a los conversos.
57
Mezquitas o centros de oración. Según el Observatorio del
Pluralismo Religioso del Ministerio de Justicia, hay 14 mezquitas
en Álava, 25 en Bizkaia y 18 en Gipuzkoa. En 2012 eran 32 en total.
57%
A favor de tener un templo al lado de casa. Una encuesta del
Gobierno vasco en 2012 revelaba que apenas un 57% de los vascos no
tenía reparo alguno a que se abriera una mezquita cerca de su casa.Cuando las distintas Policías y el
CNI muestran su preocupación con
los oratorios, fuertemente vigilados
en algo que no sorprende ni a sus
responsables, se fijan especialmente
en las salafistas. El más importante
ejemplo es el centro Attawhid
de Barakaldo. Hace unos años estuvo
detrás de un importante congreso
internacional que atrajo al País
Vasco a imames fichados por los
distintos servicios de inteligencia
por sus discursos radicales. Otros
predicadores extremistas llegados
de países como Jordania, a los que
la Policía ha seguido y fotografiado,
han impartido doctrina en la lonja
de Attawhid. En su interior se radicalizó
Redouan Bensbih, un joven
que acabó muerto en Siria mientras
hacía la yihad. «Nosotros estamos
en contra del terrorismo», proclamó,
sin embargo, el presidente de
la comunidad Attawhid en una entrevista
con El Correo.
Hay un segundo templo que, según
los expertos policiales, ha abrazado
el salafismo. Es el centro Annour
de Vitoria, que ha cambiado de
emplazamiento y ahora se ubica en
una plaza del Casco Viejo. Ahmed,
su representante, rechaza también
cualquier vinculación con la radicalidad,
según ha manifestado a este
periódico. De hecho, él es una de las
personas más prominentes y reconocidas
de la comunidad magrebí de
Vitoria, de la que es coordinador.
«La terminología hay que usarla
con profesionalidad, por favor», solicita
sobre la etiqueta de salafismo
para su comunidad. «Yo no diría
que hay en Vitoria ninguna mezquita
salafista. Es una reflexión
equivocada», abunda.
Acto seguido formula una condena
clara del terrorismo: «Un te-rrorista, alguien que hace algo ilegal,
lo hace en otro lado. Nadie se
puede atraver a apoyar el terrorismo
de cualquier forma aquí. Fuimos
los primeros en condenar la
masacre de París. Eso era cualquier
cosa menos islam». «Los actos
de violencia –añade– sólo tienen
un nombre: terrorismo. Y no
nos cansamos de denunciarlo bajo
cualquier ideología o creencia».
Ahmed incorpora a la reflexión
otro elemento: «Nosotros nos consideramos
doble víctima de todo lo
que está pasando». En efecto, aunque
por el tratamiento informativo
pudiera parecer lo contrario, son los
propios musulmanes el grueso de los
muertos a manos de Al Qaeda y del
Estado Islámico (IS, por sus siglas en
inglés), la organización terrorista
que está ganando terreno hasta conquistar
amplios territorios y que se
ha aliado con Boko Haram. De
27.000 víctimas mortales computadas
de enero de 2014 a marzo de
2015 apenas una veintena eran occidentales,
como los dibujantes de la
revista satírica francesa Charlie Hebdo.
Ahora habría que sumar los turistas
asesinados en Túnez.
Eso no quita que la amenaza yihadista
sea real. «Dar al-Islam son los
territorios por recuperar. Es un deber
divino. [Los terroristas] Sienten que
tienen que conquistar la Península
Ibérica sí o sí», explicó un experto de
la Ertzaintza en un curso organizado
por el sindicato Erne. «No tenemos
constancia de que vaya a pasar nada.
Pero eso no quiere decir que no se
pueda producir [un atentado]. Este
fenómeno es impredecible y por eso
hay que considerarlo siempre», manifestó
también en una rueda de
prensa el comisario Juan Vicente Bilbao,
responsable de los servicios de
Información de la Ertzaintza, ahora
llamados Oficina Central de Inteligencia
y que buscan reciclarse en
tiempo récord de su labor de lucha
contra ETA y su entorno para afrontar
los nuevos riesgos.
La Policía vasca cuenta con una
quincena de especialistas en la materia,
aunque internamente fue
muy criticado que hace unos años
se prescindiera de personal altamente
cualificado que dominaba el
árabe y que había tejido ya una notable
red de confidentes, algo básico
en este terreno. Por lo demás,
desde agosto dio la
orden a todas las
unidades para que
extremen las medidas
de autoprotección,
algo que se
concretará en breve
en un nuevo protocolo policial. De
momento el uso del chaleco antibalas,
que forma parte de la dotación
desde los años del terrorismo de
ETA, es completamente voluntario.
La Policía Nacional, por su parte,
creó a raíz del 11-M grupos especializados
en islamismo radical en el
País Vasco. Recientemente, como publicó
este periódico, ha sumado dos
brigadas más a las tres con las que
ya contaba en la comunidad autónoma.
También el CNI se mueve en
suelo vasco e incluso los Mossos
d’Esquadra están atentos al trasvase
de imames radicales desde Cataluña,
un importante centro salafista.
«¿Cuál es la situación? No es cuestión
de criminalizar la inmigración,
pero tenemos que tener muy presente
el incremento de musulmanes.
Con más sensación de grupo, más
elementos de exclusión», reflexiona
un ertzaina dedicado al yihadismo.
«ISLAM ES PAZ»
La importancia de las palabras. Cualquiera que tenga un
mínimo conocimiento de la cultura islámica gusta de
subrayar que ‘islam’ o ‘salam’ es una palabra que significa
‘paz’ y no, ni mucho menos, terrorismo. «Radicalismo
islámico» o «yihadismo» son los términos más comunes para
describir las prácticas violentas que se sirven de esta religión.
Son dos las grandes organizaciones terroristas, Al Qaeda,
que estuvo detrás del 11-S, y el Estados Islámico (IS o ISIS
–inglés–, EI –castellano– o DAESH –árabe–), que le está
comiendo terreno y que domina ya a modo de Estado grandes
zonas de terreno. Se le unió Boko Haram de Nigeria.
CINCO ARISTAS DEL FENÓMENO
MÚLTIPLES POLICÍAS INVESTIGANDO
Dudas sobre la coordinación. La oficina de Inteligencia de la
Ertzaintza, cinco equipos de Información de la Policía Nacional,
la Guardia Civil y el CNI operan en el País Vasco en la lucha
contra el terrorismo. La experiencia contra ETA sugiere que la
coordinación, precisamente, no es un punto fuerte.
Recientemente ha saltado a primera línea esta polémica porque
el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ratificó que la
colaboración internacional seguiría estando limitada a las
Fuerzas de Seguridad del Estado. El viceconsejero vasco de
Seguridad, Josu Zubiaga, replicó que toda coordinación es
poca en una materia tan sensible. La Ertzaintza duda de que
el Estado le facilite toda la información sobre yihadismo.
Una joven pasea con su hijo junto a la mezquita Attawhid. EL MUNDO
1
LA RADICALIZACIÓN ‘EXPRÉS’
Por Internet. Trae de cabeza a los servicios de inteligencia el
hecho de que las mezquitas ya no sean el único lugar en el
que se inculca a los potenciales yihadistas los preceptos más
radicales del islam. Existen ya decenas de casos
documentados de jóvenes que se autorradicalizan en
Internet, un proceso muy difícil de detectar y prevenir.
EL PROBLEMA DE BARAKALDO
Mezquita salafista Attawhid. Los servicios de información de
Policía Nacional, CNI y Ertzaintza tienen en el centro de sus
preocupaciones este discreto oratorio salafista de Barakaldo,
en el que han realizado grabaciones. Es conocido por
inclinarse por imames extremistas para dirigir el rezo y
existe el precedente de la radicalización del joven Redouan
Bensbih, que acabó muriendo en Siria. El número de
‘vascos’ que habrían dado el salto y se habrían enrolado en
Al Qaeda o el Estado Islámico varía según la fuente
consultada entre un mínimo de cuatro y un máximo de siete.
AGENTES INFILTRADOS Y CONFIDENTES
¿Cómo trabaja la Policía? Sorprendería ver el aspecto de un
agente de Policía especializado es islamismo radical. Podría
pasar completamente inadvertido en un país árabe. Ése es el
objetivo para poder trabajar sobre el terreno sin llamar la
atención. Nada de uniformes, dominio del árabe y gran
capacidad para empatizar con la cultura musulmana. Ésas
son las claves para, sobre todo, ganarse la confianza de
quienes luego serán los confidentes. Con todo, una fuente
apunta que «por muy bueno que seas, si haces operativos
de calle en seis meses estás quemado en ese mundo».
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