El ‘shaolin’ no se ensañó con su víctima
Tras el veredicto del jurado cumplirá un máximo de 40 años por dos asesinatos con alevosía
El Mundo, , 25-04-2015Juan Carlos Aguilar, el falso ‘shaolin’,
asesinó con alevosía a Jenny
Rebollo y Maeureen Ada Otuya,
es decir, sin darles posibilidad de
defenderse. Pero no se ensañó
con la segunda de sus víctimas,
Maureen Ada, a la que, según los
informes policiales, tras secuestrarla,
pudo obligarla también a
observar como descuartizaba a la
primera. Así lo determinó ayer el
jurado popular, compuesto por
nueve miembros que consideró a
Juan Carlos Aguilar culpable de
dos asesinatos con alevosía en
una decisión tomada por unanimidad,
y que rechazó la agravante
de ensañamiento con una mayoría
de 7 votos en contra frente a 2.
El jurado, que llevaba deliberando
desde el pasado jueves, no
entendió que el falso ‘shaolin’ asesinara
a su víctima «aumentando
deliberadamente e inhumanamente
el dolor», lo que hubiera elevado
la condena que dictará el juez
en las próximas semanas.
El veredicto, al que Aguilar asistió
impasible, sin gesticular y con
los ojos cerrados como el resto de
las jornadas del juicio, no gustó a
las acusaciones, que intentaron a lo
largo de toda la vista que se le aplicara
la agravante de ensañamiento.
Tanto los abogados representantes
de las dos víctimas como de
la asociación Clara Campoamor,
consideraron «decepcionante» el
veredicto, pese a «respetarlo», y siguieron
manteniendo que había
una base para aplicar el ensañamiento,
que tampoco se apreció
por el ministerio fiscal.
En principio las acusaciones esperarán
a que se haga pública la
sentencia para determinar si presentan
un recurso, pero se da por
seguro que recurrirán si el juez no
aplica la máxima pena.
En principio, la horquilla sobre la
que puede variar los años de prisión
que determine el juez está entre
los 15 y 20 años por cada uno de
los asesinatos con alevosía, por lo
que el falso ‘shaolin’ se enfrentaría
a una condena máxima de 40 años.
El jurado popular también aprobó
por unanimidad rechazar la
posibilidad de que se pueda acoger
a beneficios penales o la petición
de indultos.
Durante el juicio, que se inició
el 17 de abril, y a preguntas del
fiscal, las únicas que contestó, el
propio procesado reconoció los
hechos relatados por el fiscal en
su escrito de acusación, en el que
pedía un total de 40 años de prisión
por dos asesinatos con alevosía.
«Lo reconozco todo», aseguró.
De esta forma, admitió que el
25 de mayo, sobre las 3.20 de la
madrugada, cuando circulaba con
su coche por la calle General Concha
de Bilbao, apareció Jenny Rebollo.
Como un hombre estaba
molestándola, la víctima se subió
a su vehículo y se dirigieron juntos
al gimnasio ZEN 4 que él regentaba,
ubicado en la calle Máximo
Agirre, una calle situada en la
considerada ‘milla de oro’ de la
capital vizcaína.
Una vez en el local, le ató las
muñecas con cuerdas y bridas, y
la agredió hasta matarla. Además,
le propinó puñetazos y patadas.
En los días posteriores, descuartizó
el cuerpo sin vida de Rebollo y
guardó parte del cadáver, mientras
que se «deshizo del resto».
Sobre las seis de la mañana del 2
de junio, el fin de semana siguiente
al crimen de Jenny Rebollo, Aguilar
acudió a las inmediaciones del bar
‘Canei’, de la calle General Concha y
contactó con Maureen Ada Otuya
«para mantener relaciones sexuales
». Pasado un tiempo en el gimnasio,
ella intentó escapar y huyó hacia
la puerta del establecimiento, pero él
la llevó de nuevo hacia el interior. En
un habitáculo, la ató por las muñecas
y el cuello, y la estranguló utilizando
cuerdas, bridas y cinta americana.
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