Tras la caída protagonizada en 2013, Málaga vuelve a sacar pecho de su pujanza demográfica al ser no solo una de las cuatro únicas provincias españolas que ganaron población en el último año, sino que además es la que encabeza el ‘ránking’. Todo ello, pese a la crisis y la continua marcha de extranjeros. Y lo hace, por tanto, gracias al empuje del producto nacional. A 1 de enero de 2015 , Málaga sumaba un total de 1.627.584 vecinos empadronados, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La subida es de apenas un 0,3% respecto al año anterior, pero permite retomar la tendencia al alza que siempre le ha caracterizado y que se vio interrumpida en 2013 debido al notable descenso del número de foráneos registrados y que de forma más suave también tuvo continuidad en 2014. El resultado es que en apenas dos años la colonia de extranjeros se ha visto reducida en 45.371 personas (un 15,5%) hasta situarse en 246.886.

Se trata, en su mayoría, de inmigrantes que han retornado a su tierra tras ser ‘expulsados’ del mercado laboral y de residentes europeos (fundamentalmente británicos y alemanes) que después de décadas afincados en la Costa han vuelto a hacer las maletas debido a su avanzada edad o empujados por la pérdida de poder adquisitivo y la presión fiscal. Aunque los datos oficiales circunscriben esta sangría a los dos últimos años, la realidad sobre el terreno es que este éxodo se ha ido produciendo de forma escalonada. La explicación es puramente administrativa, ya que los extranjeros están obligados a renovar el empadronamiento cada cinco años en el caso de los ciudadanos de la UE y cada dos los no comunitarios. De esta forma, quienes se marcharon y no se dieron de baja afloran ahora.

Málaga es prácticamente una isla en cuanto a crecimiento demográfico, pero no en la fuga de ciudadanos de otras nacionalidades. En Andalucía, donde la población inscrita el pasado enero era de 8,39 millones personas (un 0,1% menos que el año anterior), el número de residentes extranjeros cayó en 2014 un 4,2%, hasta los 633.957. En el conjunto del país el panorama es similar. España ha perdido población hasta situarse en 46,6 millones de habitantes, de los que 4,7 millones son foráneos. Aun así, el año pasado ‘desaparecieron’ de los padrones municipales 304.623 extranjeros. Por comunidades autónomas, las más pobladas son, al igual que a 1 de enero de 2014, Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana. Mientras, las que menos población tienen siguen siendo La Rioja, Cantabria y Navarra.

La colonia británica, que es la más numerosa en la provincia, es la que más está acusando este descenso. Frente a la cifra récord de 76.932 inscritos del Reino Unido alcanzada en 2013, actualmente son 55.877. Dentro del concepto tradicional de ‘guiri’, también siguen bajando los empadronados alemanes e italianos, mientras que los procedentes de Francia y los Países Bajos ya han frenado su caída. En cambio, hay otras nacionalidades que están aumentando su peso en la provincia. Ucranianos (8.559) y rusos (5.572) protagonizan los principales ascensos, vinculados directamente con la compra de segundas residencias en la Costa por parte de ciudadanos con un alto poder adquisitivo. Aunque por otro motivo, la comunidad china también mantiene el flujo migratorio de los últimos años sumando ya 7.221 empadronados.

En cuanto a los inmigrantes , los marroquíes siguen siendo los que ostentan una mayor representación pese a que su presencia en la provincia continúa menguando. En el último año se marcharon otros 685 hasta situarse en 30.418. Aunque son los argentinos los que más empadronados han perdido en la provincia (993), donde a día de hoy residen 6.589. Le siguen los colombianos, con 638 menos (3.919); los rumanos, con 522 y los paraguayos, con 620.