La tímida recuperación económica parece no llegar a las personas con más necesidades. En Euskadi 66.072 ciudadanos cobran la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), el principal instrumento del que dispone el Gobierno vasco para luchar contra la pobreza. La cifra, correspondiente a finales de febrero, constituye un récord histórico. Ese colectivo ha crecido con fuerza desde el inicio de la recesión, aunque sus movimientos son muy moderados en los últimos meses. El mapa de la RGI presenta sensibles diferencias entre las grandes poblaciones, fruto de su diversa estructura social y del dispar impacto de la crisis. El perfil del beneficiario es muy distinto en Bilbao, Vitoria y San Sebastián tanto por su procedencia los extranjeros son mayoría en la capital alavesa como por su edad o nivel de estudios. No obstante, las líneas maestras en el conjunto de la comunidad autónoma se mantienen estables pese al incremento de los beneficiarios.

Dos de cada tres perceptores el 63,6% son de nacionalidad española; y más de la mitad, mujeres . El grueso de ellos tiene entre 30 y 49 años, aunque el grupo más numeroso, según la división por tramos de edad que efectúa Lanbide, es el de mayores de 65 años (12.348); básicamente, viudas con pensiones muy bajas, que se ven complementadas por la RGI. La ley que regula esta ayuda social asegura a los residentes en el País Vasco unos ingresos mínimos de entre 619 y 950 euros mensuales, en función del número de miembros de la unidad familiar. Los ciudadanos que obtienen rentas por un importe inferior reciben la diferencia hasta llegar a ese umbral.
Dos de cada tres beneficiarios de la ayuda social son españoles, salvo en Vitoria, donde los extranjeros alcanzan el 53%

“El mapa de la RGI es el mapa de la pobreza”, subraya Gorka Moreno, profesor de Sociología de la UPV/EHU y director del Observatorio Vasco de la Inmigración (Ikuspegi). “Esta ayuda social es un derecho subjetivo (garantizado por la ley). La percibe cualquier persona que cumpla los requisitos. Por tanto, se equivoca el que piense que los inmigrantes tienen ventaja”. “Otro debate añade es que los requisitos sean demasiado estrictos como para que una persona autóctona que viva sola e ingrese 800 euros no pueda acceder a la RGI. Obviamente, quienes sufren una mayor precariedad social son los que forman el grueso de beneficiarios, y son los inmigrantes los que tienen mayor necesidad”, añade. “La tasa de pobreza en Euskadi es del 6% en el caso de los autóctonos y del 30% para la población inmigrante”.

“Actitud reacia” hacia los inmigrantes

Los extranjeros representan el 36,4% de los beneficiarios de la RGI. Suman 24.042. Entre ellos destacan los procedentes de América del Sur (9.194), los países del Magreb (6.278) y el África subsahariana (4.456).

Moreno admite que entre la población autóctona existe en Euskadi una “cierta actitud reacia hacia el uso de las prestaciones sociales por parte del colectivo inmigrante” incluso desde antes de que comenzara la crisis. Los problemas económicos han agudizado esa percepción, según algunas encuestas recientes. “Existe la creencia de que abusan, de que defraudan más”. Entre los foráneos, el colectivo que presenta un menor grado de simpatía es el magrebí. “Este es un dato que se repite año tras año”, explica. En Euskadi y en el resto de España. Además, los ciudadanos procedentes de esos países presentan “una mayor tasa de vulnerabilidad, lo que retroalimenta esta perspectiva”, explica el director de Ikuspegi.

Los fríos datos estadísticos de Lanbide permiten visualizar las profundas diferencias en el mapa de la RGI existentes entre las grandes poblaciones vascas. Bilbao ofrece una fotografía muy similar a la del conjunto del País Vasco. Una holgada mayoría de los perceptores de la RGI el 61,7% son de nacionalidad española. Entre los extranjeros, casi la mitad el 46% procede de América del Sur. Los beneficiarios con estudios universitarios 751, lo que equivale el 4,57% superan en medio punto la media de la comunidad autónoma y , por tramos de edad, los mayores de 65 años son el grupo más numeroso.

Margen Izquierda: más autóctonos

En los principales municipios de la Margen Izquierda, una comarca especialmente castigada por el paro, existe un mayor peso de los españoles entre las personas que cobran la ayuda social. Tres de cada cuatro son autóctonas en Portugalete y Santurtzi, donde el porcentaje de jubilados supera entre cuatro y cinco puntos el 23,08% y 23,91%, respectivamente el promedio de la comunidad. En la localidad marinera, los magrebíes son el colectivo más numeroso entre los perceptores extranjeros de la RGI, y el segundo en Barakaldo, donde sobresale la presencia de sudamericanos. En Sestao destacan los inmigrantes procedentes del África subsahariana. En conjunto, los ciudadanos que cobran la ayuda social en esta zona tienen menor nivel de estudios que en el resto de Euskadi.

El panorama en la Margen Derecha del Nervión es muy distinto: no sólo accede a la RGI un porcentaje más reducido de la población por ejemplo, 1.904 personas en Getxo, que tiene casi 90.000 habitantes, frente a los 3.735 de Barakaldo, que supera ligeramente los 100.000, sino que esas personas tienen un perfil diferenciado.

Así, en Getxo, un 44,17% de los perceptores son inmigrantes diez puntos más que en Barakaldo y la inmensa mayoría el 74,6% proviene de América del Sur. Uno de cada tres beneficiarios de la RGI en la localidad tiene ese origen. Además, la presencia de magrebíes y africanos es inferior a la de vecinos procedentes del resto de la UE, y los universitarios representan el 7,7% de quienes cobran el subsidio, el doble que en el conjunto de Euskadi.

La vecina Leioa muestra una imagen similar, aunque con un mayor peso de los autóctonos entre los perceptores de la renta de garantía de ingresos, cuyo perfil es más joven: son mayoría los que cuentan entre 40 y 44 años, seguidos del colectivo entre 35 y 39.

Gorka Moreno explica así las diferencias entre las dos comarcas: “En la Margen Izquierda la población autóctona presenta mayores cotas de vulnerabilidad que en la Margen Derecha, como por ejemplo en Getxo, donde sus características socioeconómicas hacen que no haya tantas personas que necesiten la RGI. Sin embargo, se observa que en este municipio acceden a la ayuda muchas personas procedentes de América del Sur porque hay numerosas mujeres latinoamericanas que lo necesitan como complemento a su trabajo de empleada del hogar o cuidados personales”.

Basauri y Galdakao tienen más de un 70% de españoles entre los ciudadanos que acceden a la RGI el 76,5% en el segundo de los casos, mientras los extranjeros superan el 40% en Durango con los africanos como grupo más numeroso y Gernika. En la villa foral sobresalen entre los extranjeros, los ciudadanos procedentes del resto de la UE, que también tienen una presencia destacada en Amorebieta (39), donde casi igualan a sudamericanos (45) y africanos (44).
El mapa de la RGI refleja profundas diferencias entre las principales poblaciones vascas

GORKA MORENOProfesor de Sociología de la UPV y director de Ikuspegi

Cualquier persona que cumple los requisitos cobra la RGI. Se equivocan quienes piensan que los extranjeros tienen ventaja"

Mayoría de extranjeros en Vitoria

El mapa es radicalmente distinto en Álava, donde el peso de los extranjeros entre los beneficiarios de la ayuda social es muy superior al resto de Euskadi.

En Vitoria son mayoría: 4.236, lo que equivale al 53% del total, 17 puntos por encima de la media del País Vasco. Y con una característica singular, extensible a gran parte del territorio: los magrebíes constituyen el grupo principal. En este caso, 1.463. Es decir, una de cada tres personas que recibe la prestación en el territorio histórico tiene esa procedencia. En el conjunto de Euskadi el porcentaje se reduce al 9,5%. Le siguen los ciudadanos originarios de América del Sur (1.218).

“En Vitoria hay un mayor porcentaje de población inmigrante que en otros municipios”, apunta el director de Ikuspegi, quien añade que los residentes en esa ciudad “presentan unas cotas de bienestar más altas” que los vecinos de otras poblaciones, lo que justifica que ciudadanos llegados de otros países sumen más de la mitad de estas ayudas sociales. Además, el perfil de esas personas jóvenes llegados en busca de trabajo, fundamentalmente en el sector de la construcción, y que en numerosos casos se encuentran en paro y con el subsidio ya agotado explica que en la capital alavesa la RGI tenga sus principales destinatarios entre treintañeros o ciudadanos que apenas han rebasado los 40 años. Los mayores de 65 sólo representan el 11,7%, siete puntos menos que en el conjunto de la comunidad autónoma.

La situación es similar en Llodio, Amurrio y Salvatierra, aunque con un peso menor de los extranjeros; sobre todo, en el primero de los casos.

Contrastes en Gipuzkoa

Gipuzkoa, por su parte, ofrece claros contrastes. San Sebastián es la capital vasca en la que existe un mayor porcentaje de españoles que cobra la RGI: el 69,64%. Además, ofrece la peculiaridad de que uno de cada cuatro perceptores ya ha superado los 65 años.

En cambio, los autóctonos (407) y los inmigrantes (401) se reparten casi a la mitad las ayudas sociales en Eibar. En Mondragón, con un 46,74% de extranjeros, la edad media es muy inferior a la media: los jubilados son el 10,92%.