MÁS DE 40 MUERTOS EN OTRO NAUFRAGIO EN EL MEDITERRÁNEO INMIGRACIÓN

LUCHA RELIGIOSA EN LA PATERA

Las autoridades italianas detienen a 15 inmigrantes musulmanes, entre ellos un joven de 17 años, por tirar por la borda de una embarcación a 12 cristianos que huían de la persecución en Nigeria y Guinea

El Mundo, SORAYA MELGUIZO MILÁN ESPECIAL PARA EL MUNDO, 17-04-2015

Un nuevo naufragio en el Canal de Sicilia y una disputa religiosa a bordo de una patera han aumentado el dramático balance de víctimas que, casi cada día, se cobra el que es ya el mayor cementerio de Europa. Las autoridades italianas detuvieron ayer a 15 personas, entre ellas un joven de 17 años, acusados de haber tirado al agua a otros 12 inmigrantes con los que viajaban en la misma barcaza. La razón: ser cristianos.

La denuncia la hicieron el resto de ocupantes de la embarcación tras llegar al puerto de Palermo. Según el testimonio de éstos últimos, en la barcaza, en la que viajaba hacinado un centenar de desesperados provenientes del África subsahariana, comenzó una discusión por motivos religiosos.

La tensión llegó hasta tal punto que 15 de ellos, musulmanes procedentes de Senegal y Mali, no dudaron en lanzar por la borda a 12 de sus compañeros, cristianos que huían de la persecución en Nigeria y Guinea.

«Es un hecho terrible. Si de verdad fuese una discusión por motivos religiosos la causa de la tragedia sería aún peor, porque nos pondría en alerta sobre el peligro de la llegada de ciertas embarcaciones», advirtió el fiscal jefe de Palermo, Francesco Lo Voi. Los 15 detenidos están acusados de homicidio múltiple agravado por odio religioso.

Y mientras todavía se buscan los cuerpos de los 400 desaparecidos que viajaban a bordo de la nave que naufragó el pasado lunes, y de la que hasta ahora solo se han recuperado nueve cadáveres, una nueva tragedia ha vuelto a teñir de sangre las aguas del Mediterráneo. 41 personas murieron el pasado martes tras hundirse la patera en la que viajaban, cerca de las costas italianas, según contaron los únicos cuatro supervivientes a su llegada ayer al puerto siciliano de Trapani. Los cuatro permanecieron a la deriva en mitad del mar a bordo de una patera hasta que fueron localizados por un helicóptero de la Marina Militar italiana.

En la última semana, Italia ha recibido cerca de 10.000 inmigrantes y los centros de acogida de Sicilia y Calabria, principales receptoras de este éxodo, están desbordados. Es por eso que el Gobierno italiano, en un acto desesperado por hacer frente a la emergencia, pidió al resto de las regiones y provincias que pusieran a disposición de los inmigrantes en situación irregular el mayor número de alojamientos posibles.

La reacción de las regiones del norte del país, gobernadas en su mayoría por la separatista Liga Norte, fue inmediata. Luca Zaia, presidente del Véneto, anunció que su región no acogerá ningún inmigrante más. La respuesta de Roberto Maroni, presidente de Lombardía, tampoco fue una sorpresa. Quien fuera ministro de Interior en el último Gobierno de Berlusconi aseguró que su región no estaba dispuesta a «soportar esta invasión». «Así que cero alojamientos en Lombardía mientras el Gobierno de Matteo Renzi continúe con este comportamiento irresponsable».

«Es importante que a nivel institucional se haga todo lo posible para acoger a estas personas, especialmente a los menores de edad», advierten desde Save the Children sin querer entrar en polémicas políticas. Según la ONG, «el número de menores no acompañados que llegan a Italia es cada vez más alto, sobre todo provenientes del África subsahariana», asegura Giusy De Lorio. «Por eso es necesario que las instituciones pongan a disposición de estas personas todos los medios necesarios y que, sobre todo, los menores sean dirigidos a estructuras diferentes».

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