El juicio más mediático de la historia de Bizkaia
El falso ‘shaolín’ será juzgado hoy por los asesinatos de Jenny y Ada en 2013
117 periodistas han sido acreditados
Deia, , 17-04-2015Bilbao – El juicio más mediático de la historia de la Audiencia Provincial de Bizkaia comienza esta mañana en Bilbao. Juan Carlos Aguilar se sienta a partir de hoy en el banquillo de los acusados con la incertidumbre sobre si el acusado mantendrá ante el tribunal la confesión de los asesinatos de dos mujeres en 2013 con alevosía. A través de un escrito, Aguilar reconoció hace unas semanas ser el autor de la muerte de la nigeriana, Maureen Ada Otuya, y de la colombiana, Jenny Sofía Rebollo, aunque rechazó el ensañamiento del que también se le acusa en el caso de la primera mujer.
El caso ha supuesto una gran expectación desde que el 2 de junio de 2013 saltase a la luz el macabro suceso. El inicio de este juicio tampoco está exento de expectación mediática y prueba de ello son los 117 periodistas acreditados para seguir la vista. Ante la marea de informadores que han solicitado asistir a este juicio, la Audiencia ha tenido que habilitar una sala en la que, a través de una pantalla y de tomas de audio, se podrá grabar y seguir la vista que se celebra en una sala contigua. A las diez de la mañana, el presidente de la Audiencia Provincial, Juan Carlos Ibarra; el decano, Aner Uriarte; y el anterior decano, Alfonso Guija, bajarán a la sala de prensa para saludar a los profesionales, un hecho inédito en la Audiencia de Bilbao. Además, unidades móviles con parabólicas ocuparán la parte delantera del Palacio de Justicia para realizar conexiones en directo en diferentes televisiones por lo que los alrededores del Palacio serán acordonados para facilitar el acceso de las furgonetas. A las nueve de la mañana está prevista que comience a puerta cerrada la elección del jurado. Una vez que sean seleccionados los miembros del jurado popular compuesto de once personas, dos de ellos suplentes se dará inició al juicio. La imagen del que fue bautizado como falso shaolín en la puerta del gimnasio que regentaba en la capital vizcaina el día de su detención dio la vuelta al mundo. Desde entonces, poco o nada ha transcendido del día a día en la cárcel de Juan Carlos Aguilar; escuchar su confesión y captar la imagen actual del acusado es lo que buscarán todos los medios.
En dos años, el detenido ha sido cambiado en tres ocasiones de prisión; pasó cinco días en la cárcel de Basauri antes de ser ingresado en un módulo especial de la prisión de Zaballa, en Araba. Fuentes penitenciarias justificaron el traslado en la necesidad de garantizar el aislamiento y la integridad del presunto asesino y alejarle del foco mediático. Un mes después, Aguilar volvió a ser trasladado, a la cárcel de La Moraleja de Dueñas, en Palencia. Fue concretamente en esta prisión en la que, según se dio a conocer el año pasado, Aguilar resultó herido por otro preso con un cepillo de dientes afilado, que le provocó heridas en el cuello y la cabeza.
Declaración
En la vista oral de hoy está prevista la declaración de Juan Carlos Aguilar en un proceso que, en principio, va a prolongarse durante tres semanas. En caso de que, en su testimonio, mantenga la confesión de los asesinatos, el juicio se podría reducir alrededor de una semana. Aguilar se enfrenta a las peticiones de entre 40 y 45 años de prisión e indemnizaciones superiores a 250.00 euros por parte de la Fiscalía y las acusaciones particulares y populares. El falso shaolín fue detenido por la Ertzaintza tras haber golpeado “salvajemente” en el gimnasio de su propiedad a Maureen Ada Otuya, que ingresó en estado de coma en el hospital de Basurto, donde falleció tres días más tarde. Durante el registro del gimnasio y el domicilio en el que residía en la calle Iturriza, la Policía vasca encontró el cadáver descuartizado de otra mujer, Jenny Sofía Robollo, natural de Colombia.
En los escritos de acusación, se señala que el acusado “disfrutaba manteniendo prácticas sexuales de dominación con mujeres sometidas a él e indefensas, incluso desmayadas o privadas de sentido”, en referencia a las fotografías que se localizaron en las que aparecían mujeres narcotizadas con las que tenía relaciones. Entre ellas, aparecieron imágenes de Rebollo. En el caso de la mujer nigeriana, Aguilar “aumentó deliberada e inhumanamente el dolor de la víctima, al prolongarse la agresión durante casi 12 horas”, en las que estuvo indefensa, inmovilizada, con una brida, dos vueltas de cinta americana y cinco de cordel de embalar “que la mantenían en una situación de semiasfixia”. En el caso del crimen de la colombiana ha sido más difícil de investigar, ya que se localizó su cadáver descuartizado. En el escrito de acusación, el Fiscal señala que Jenny conocía a Aguilar, accedió a subirse al vehículo, y ambos se dirigieron al gimnasio. Una vez en el local, el falso monje, que la había maniatado, la agredió hasta la muerte, sin que se haya determinado la causa del fallecimiento, porque el acusado descuartizó el cadáver.
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