El presidente francés, François Hollande, se mostró hoy dispuesto a que la Unión Europea siga buscando con Suiza una solución beneficiosa para ambas partes tras la aprobación de una iniciativa popular para limitar la inmigración en el país, pero advirtió de que la libre circulación no se negocia.

El dirigente galo – que se encuentra de visita oficial en la Confederación Helvética – dejó clara su posición tanto en un discurso ante el Consejo Federal (Gobierno) como en una posterior rueda de prensa junto a su homóloga suiza, Simonetta Sommaruga.

Suiza y Europa mantienen tensas relaciones desde que el 9 de febrero de 2014 el pueblo suizo votó en referéndum a favor de reducir drásticamente los flujos de inmigración con el establecimiento de cuotas, inclusive para los ciudadanos de la Unión Europea.

“Suiza comparte los valores y el proyecto europeo, pero manteniendo su independencia”, dijo Hollande.

“Respeto esta decisión, pero debemos trabajar para dar coherencia a los más de 120 acuerdos bilaterales entre Suiza y la Unión Europea”, agregó.

Hollande dejó claro que dicha solución debe respetar el derecho a la libre circulación de las personas y el derecho a la protección de los trabajadores fronterizos.

Cada día, 150.000 trabajadores franceses de zonas limítrofes cruzan la frontera para trabajar en la Confederación Helvética.

Por su parte, Sommaruga asumió que la “situación es difícil” y que no está claro si se encontrará una solución a la disputa.

Suiza forma parte del área Schengen de libre circulación de ciudadanos, que comparten 26 países (22 Estados miembros de la UE más Noruega, Islandia, Suiza y Liechtenstein), por lo que la Unión considera que aplicar el resultado de referéndum supondría romper con los compromisos adquiridos en el marco de este acuerdo, en vigor desde 1995.

Por otra parte, tanto en sus encuentros públicos de la jornada como en la rueda de prensa, Hollande pidió a Suiza trabajar “junto a Francia” para impulsar un crecimiento económico verde y, específicamente, ayudar a lograr un buen resultado de la conferencia mundial del clima, a celebrarse el próximo diciembre en París.

El presidente francés alabó a la Confederación Helvética por su apuesta por el desarrollo científico “verde” y la economía numérica y dijo querer aprender de ella.

Asimismo, Hollande agradeció a Berna por su apoyo tras los atentados islamistas en París de enero pasado.

“Suiza es una manera de ser, es la tolerancia, es la exigencia y es la libertad”, dijo.

Por su parte, Sommaruga destacó que los tiempos en que la relación entre Francia y Suiza “se había enfriado” a causa de los conflictos fiscales ha terminado.

“La visita del presidente Hollande marcará el inicio de una nueva fase en las relaciones bilaterales”, sentenció la presidenta de la Confederación Helvética.