«Hacía dos horas de camino para llegar al comedor social a recoger mi bolsa»

Hanan y sus dos hijos serán desahuciados mañana después de que un banco adquiriera la casa por el impago de su expareja de la hipoteca

Diario Sur, LEANDRO PAVÓN , 14-04-2015

Mañana a las 10.30 horas, Hanan tendrá que dejar la casa en la que reside desde hace ocho años y que vio crecer a sus dos hijos. Ellos residen en España desde hace 15 años, diez desde que consiguieron regularizar su situación. Una entidad bancaria la adquirió tras el impago de la hipoteca de su expareja, con el que terminó su relación hace cinco años. «Yo terminé con él, pero como se fue y era quien figuraba en la escritura, pensaba que la seguía pagando», afirma la mujer de origen marroquí mientras empaqueta las pocas cosas que le quedan en su vivienda.

Todo empezó hace unos meses, cuando llegó un cerrajero a cambiar la cerradura de su casa. Tras aportar documentación de que ella vivía allí, comenzó un proceso que terminó con el requerimiento de desahucio con un margen de reacción de unos cuatro meses y que hasta hoy, en la que pedirán una cita extraordinaria con el juez para aplazar esta acción un mes y negociar con el banco.

«Aún no sé donde iré después de que me echen de casa. Hay una persona que me ofreció su hogar, pero ellos también tienen niños», explica Hanan, quien desde el pasado verano, cuando trabajó dos meses, no encuentra empleo. «He estado buscando viviendas para alquilar, pero para todas me piden una nómina», asegura.

Esos dos meses, cuando trabajó como ayudante de cocina en Puerto Banús, sirvieron de desahogo para una situación que se remonta ya a 2012, cuando perdió su anterior trabajo. Durante esos años, Hanan conseguía vivir de las bolsas de Cáritas, la ayuda de los vecinos y las madres del colegio de sus hijos, y del Comedor Social, lugar al que va como último recursos.

«Mi vivienda está apartada del casco urbano y mi carnet de conducir es de Marruecos, por lo que no me permiten conducir. Hacía dos horas andando para llegar al Comedor Social, que está en el Puerto para conseguir las bolsas de comida», explica la cabeza de familia.

A pesar de la cantidad de puestos de trabajo que los planes de empleo dejaron en el municipio, los dos meses de trabajo del pasado verano le perjudicaron en esta ocasión. «Tengo muchos puntos para entrar, pero el haber trabajado hace menos de un año me resta», afirma.

Colectivos

El asunto, que desde el anuncio de desahucio se ha intentado paralizar desde diversos colectivos, tuvo su golpe casi definitivo con un segundo recurso ante el juzgado que fue rechazado por el mismo. Pese a que Hanan afirma que no opondrá resistencia al lanzamiento, estas plataformas sí están dispuestas a intentar evitarlo.

El Sindicato Andaluz de Trabajadores se reúne hoy para tratar las formas de evitar esta operación, y desde colectivos como el 15 – M y Stop Desahucios intentarán reunirse de urgencia con el alcalde para realojar a esta familia en viviendas vacías que hay en la zona de Santo Tomás de Aquino, intentando lograr así algunos días más para proceder al traslado. Eso, unido a asociaciones de vecinos y a padres y madres del colegio de los hijos de Hanan, harán que durante el lanzamiento, los alrededores del edificio estén atestados de gente.

Los nervios son patentes en el estado de ánimo de Hanan. «Mis niños me preguntan si nos vamos a algún lado al ver las cajas. No se quieren ir de aquí», relata la madre, quien afirma que lleva seis días sin dormir. «Siento vergüenza, porque soy joven y tengo fuerza para trabajar, pero no encuentro nada», asegura.

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