La denuncia de un falso robo permitió destapar un prostíbulo en la capital murciana y arrestar a sus cinco presuntos responsables. El denunciante era un hombre que trataba así de esconder a su pareja que había vendido su móvil a cambio de favores sexuales y drogas. Los investigadores aprovecharon la pista y tirando del hilo lograron llegar a la puerta de este local donde presuntamente fueron prostituidas más de una treintena de mujeres. La Policía Nacional ha puesto a estas jóvenes en contacto con una asociación y ha exigido el cierre cautelar del burdel.

Esta operación, según informaron fuentes del cuerpo, se saldó con la detención de tres mujeres y dos hombres, de entre 19 y 36 años. Los arrestados son tres españoles, una colombiana y un varón brasileño. Todos son considerados presuntos autores de un delito relativo a la prostitución, favorecimiento de la inmigración ilegal y tráfico de drogas.

La investigación se inició en febrero al detectar la Policía una falsa denuncia que ocultaba una venta de algunos objetos a cambio de servicios sexuales y drogas, en el interior de un local situado en la zona norte de Murcia. El denunciante, posteriormente detenido por simulación de delito, quiso ocultar a su pareja, a través de una falsa denuncia, el intercambio de su móvil por los servicios sexuales que ya había recibido.

La Policía Nacional centró su investigación en los responsables de este establecimiento, convertido en prostíbulo, donde se ofrecían servicios sexuales, al parecer tanto de hombres como de mujeres, que también se publicitaban a través de diferentes medios.

Escondida en el armario

Los agentes inspeccionaron el local los días 17 y 18 de este mes, identificando a ocho trabajadores, hombres y mujeres, tanto de nacionalidad española como extranjera. Según explicaron fuentes policiales, una de las mujeres se había ocultado dentro de un armario debido a que se encontraba reclamada judicialmente y, además, en situación irregular en el país.

En el registro, la Policía halló drogas, útiles y sustancias de corte para la manipulación de las mismas. Además, localizó dinero en efectivo que los agentes consideran que era la ganancia por los negocios de prostitución y venta de drogas que se llevaban a cabo en el local.

Tras el análisis de la documentación incautada, la Policía ha podido establecer que por este prostíbulo pasaron un mínimo de 32 víctimas, personas que supuestamente se prostituyeron y de cuyos servicios sexuales los responsables del local se han lucrado. Al parecer, según las fuentes, 18 de estas 32 personas se encontraban en situación irregular.

Los investigadores pusieron en contacto a las mujeres que se prostituían en este local con la asociación para la prevención, reinserción y atención de la mujer prostituida (Apramp) para la ayuda y asistencia que les fuese necesaria. Dadas las irregularidades encontradas, así como las evidencias delictivas obtenidas de la investigación, la Policía Nacional ha pedido el cierre cautelar del establecimiento.