La discoteca Blue Diamond vuelve a ser noticia, y no por las fiestas que organiza. La Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF), junto a agentes de la Policía Nacional de Alcantarilla y la Inspección de Trabajo, realizaron una inspección sorpresa al local, ubicado en el polígono industiral Oeste, y que el pasado noviembre fue escenario de un tiroteo que se saldó con la muerte de su portero y un cliente.

La intervención policial – desarrollada el pasado jueves – , pretendía verificar si se estaba prostituyendo a chicas dentro de la discoteca. Fuentes policiales informaron ayer de que no se encontraron indicios de esta actividad, pero se levantaron actas que llevarán aparejadas diversas sanciones económicas. La primera, contra los dueños de la Blue Diamond «por no controlar el consumo de estupefacientes dentro de la discoteca, por parte de la clientela».

De hecho, dos actas afectaron a clientes a los que se les intervino marihuana y cocaína. La última se regería al portero del establecimiento «por llevar encima un espray ilegal». Por su parte, la Inspección de Trabajo abrió un expediente «porque una de las camareras no estaba dada de alta en la Seguridad Social».