La pobreza severa se enquista en navarra y alcanza ya a 30.000 personas
La cátedra Ciparaiis de la UPNA presenta el II informe sobre el impacto social de la crisisCrece el empleo pero es precario y se reducen las prestaciones, lo que no facilita salir de la pobreza
Diario de Noticias, , 27-03-2015pamplona – Las situaciones de pobreza severa que crecieron mucho en los primeros años de la crisis en Navarra hoy están enquistadas. Hay una bolsa muy importante de pobreza severa que supone entre 4% y 5% de la población, unas 30.000 personas, cifra que multiplica por tres lo que había en 2007. Esta situación se constata en el Segundo Informe sobre Desigualdad, Pobreza y Exclusión Social en Navarra, elaborado por la Cátedra de Investigación para la Igualdad y la Integración Social (Ciparaiis) de la UPNA que ayer fue presentado y debatido en el transcurso de una jornada que contó con más de trescientos participantes. Y es que, tal y como refleja el informe, aunque es cierto que está aumentando el empleo, una parte importante de éste es cada vez más precario lo que no facilita salir de la situación de pobreza y está generando el resurgimiento del trabajador pobre.
Este trabajo de Ciparaiis pretende, según indicaron sus autores, realizar una actualización y profundización en el conocimiento de las consecuencias sociales que ha tenido la crisis económica en el periodo 2007 – 2014 en Navarra. Además, requiere potenciar la reflexión y el debate con vistas a la acción social y a las decisiones políticas máxime cuando la actual gestión pública frente a la crisis, principalmente desde 2011, está marcada por los recortes y a la anunciada por el Gobierno Estrategia de Inclusión le falta de contenido. “La idea esencial es que tenemos que asistir a un tiempo de innovación social y de audacia política para afrontar estos problemas. La sociedad lo está demandando y si no abordamos esta tarea posiblemente nos llevará por delante”, aseguró Miguel Laparra, director de la cátedra, en comparecencia ante los medios informativos junto a Lucía Martínez y Nerea Zugasti, integrantes del equipo redactor del informe.
Las situaciones de pobreza, explicó Miguel Laparra, estuvieron creciendo hasta 2013 y en 2014 posiblemente se haya estabilizado. “Nuestra estimación es que se ha producido una estabilización de aquello que había crecido notablemente previamente”.
Esto se esta produciendo y se explica, primero, “porque es cierto que está aumentando el empleo, pero una parte importante de este empleo es cada vez más precario, por tanto con menos ingresos y menor capacidad integradora”. Segundo, añadió Laparra, “porque se ha reducido muy notablemente la protección social del desempleo y se está estabilizando una bolsa de desempleo de larga duración. Este desempleo de larga duración tiene problemas de protección social y hace que la cobertura de desempleo por las prestaciones que era del 79% en 2009 ahora ha bajado al 55%, por tanto aunque esté creciendo relativamente el empleo se están reduciendo otro tipo de recursos para los sectores más desprotegidos.
empleo
Mejora, con cautela
Seis de cada diez parados son de larga duración
El trabajo, coordinado por Miguel Laparra y redactado por una decena de investigadores, precisa que el avance de la recuperación económica en Navarra, tras cinco trimestres de tendencia positiva del PIB, ha de tomarse “con cautela” dado el considerable nivel de paro existente a finales de 2014. Recuerda que seis de cada diez parados son de larga duración, lo que supone que se ha multiplicado por 7,5 desde 2008 al pasar de 3.600 a unas 27.000 personas.
También se pone de manifiesto que el tipo de empleos que está creando el nuevo crecimiento “tienen una fuerte tendencia hacia la precariedad, a la extensión de la jornada parcial (que en ocasiones obedece a situaciones de fraude) y al incremento de la siniestralidad laboral”. El informe recuerda que Navarra partió de una posición “claramente destacada” pero que durante la crisis la evolución del desempleo fue peor que la media estatal. El número de hogares con uno de sus miembros en paro ha pasado del 7,9% en 2007 al 26,1 % en 2013, lo que supone que se han multiplicado por 3,3 frente al 2,7 de la media estatal.
También destaca que la incidencia del paro es mayor en hogares cuya persona principal tiene estudios primarios o inferiores, en los encabezados por una mujer o aquellos con alguna persona extranjera. En las situaciones de desempleo total familiar se ha detectado que el nivel de paro se multiplica por siete entre los de menor y los de mayor nivel de estudios y casi por tres entre los extranjeros y los nacionales. Se observa que el desempleo afecta a los hogares más jóvenes y a aquellos en los que el sustentador es persona mayor de 65 años.
El estudio subraya además que en noviembre de 2009, el sistema de protección por desempleo cubría en Navarra al 78,7% de las personas desempleadas y en noviembre de 2014, este porcentaje alcanzaba el 55,23 %. Los datos aportados por el estudio de Ciparaiis pretenden confirmar lo que califica como “estrategias de austeridad”, que han afectado de forma significativa al gasto social, fundamentalmente a partir de 2011. Al ajuste en los recortes del sistema de servicios sociales, se han sumado los de otros programas de protección en salud, educación y vivienda orientados a sectores más desfavorecidos, lo que ha supuesto un aumento exponencial de situaciones de necesidad con resultados dramáticos en ciertos casos.
“En 2012 Navarra es la comunidad que más reduce su gasto en la materia, lo que nos hace cuestionar hasta donde llega el verdadero compromiso colectivo con este sistema de protección social”, señala el estudio.
pobreza
Del 1,5% al 4,2%
Se estabiliza en niveles inaceptables
En cuanto a las 30.000 personas que sufren pobreza severa, Miguel Laparra apuntó a un “grave” deterioro económico de las familias que se encuentran en la escala social más baja y que han visto reducir sus ingresos en un 22%. Durante el periodo 2011 – 12, del total de personas que se encontraban en situación de pobreza severa, un 37,9% se encontraba ocupada, lo que, según el estudio, demuestra el debilitamiento del empleo como vía para la integración social y el resurgir del trabajador pobre. En 2007 el 1,5% de los y las navarras se encontraban por debajo del umbral de la pobreza y en 2012 alcanza al 4,2% de la sociedad, destacó Nerea Zugasti.
La pobreza severa afecta más a personas con edad, con bajos niveles educativos, sin empleo, y a hogares monoparentales y extranjeros, refleja el informe. En términos territoriales, la Ribera sigue presentando la incidencia más alta en Navarra, con un 16%, duplicando a la del Pirineo y frente al 8,4% de media en Navarra. Pese a que la Ribera presenta la menor tasa de envejecimiento de Navarra (18,6%), mantiene la peor posición en el conjunto de los indicadores socio – económicos, especialmente los de desigualdad, indica el informe.
La pobreza tiene una innegable repercusión en la vida de las personas afectadas que deriva en un distanciamiento en términos de calidad de vida en relación al resto de la población. Se experimenta en una mayor degradación de la vivienda y de su entorno, en un estado de salud peor que el resto de la población, menor participación en la vida social y grave deterioro económico.
En el caso de la vivienda, que es uno de los aspectos en los que se detiene el estudio, a la que se considera como un factor central de integración y de ciudadanía social, la crisis económica ha supuesto la evidencia e intensificación del riesgo de pérdida de la vivienda habitual. El informe se ha aproximado a la situación de exclusión de la vivienda a través de cuatro indicadores (insalubridad, hacinamiento grave, tenencia en precario y entorno degradado) y concluye que el 17% de los hogares navarros está afectado por alguna de ellas. Lucía Martínez subrayó que debe ser prioritario en las políticas sociales evitar que se pierda la vivienda y advirtió de que el riesgo se extiende a la imposibilidad de afrontar otros pagos (luz, agua, calefacción… la llamada pobreza energética), pagos que no se pueden afrontar con los subsidios. A preguntas de los informadores, apuntó que el caso de Miren Peña refleja el itinerario de quien pierde trabajo, casa, los subsidios…para acabar en la exclusión.
evolución
Del desempleo a la exclusión
Testimonios de crisis concatenadas
Una aportación notable de este informe y que tiene especial presencia en las jornadas, precisó Laparra, es la revisión, desde una perspectiva más cualitativa, de las situaciones sociales y de los itinerarios y como ha ido pasando la gente todos estos años de dificultades en estos sectores social El informe recoge testimonios de numerosas personas afectadas que relatan su periplo vital durante la crisis. Y ahí, el informe habla de crisis concatenadas, cuyo detonante principal es el desempleo pero que después trae otros problemas que se encadenan y hay una tendencia estructural y otro tipo de crisis acumuladas en determinadas familias con factores de exclusión social previas a la crisis que se empeoran en el tiempo. La revisión de como son vividas estas situaciones y como son sentidas por las personas afectadas es una cuestión sustancial, más allá de las estadísticas que entiendo tienen su importancia, señaló Laparra.
“La entrada en un círculo de la escasez en muchos hogares en el que la lógica cotidiana es una lógica de subsistencia y en el que muchas de estas personas no tienen tiempo ni energía para hacer otra cosa que no sea salir adelante cada día, creo que es un elemento muy esencial que tendríamos que considerar”, añadió.
Laparra señaló que el objetivo de las jornadas es invitar a reflexionar sobre alternativas, soluciones y estrategias para abordar esta situación. “La idea esencial es que tenemos que asistir a un tiempo de innovación social y de audacia política para afrontar estos problemas. La sociedad lo está demandando y si no abordamos esta tarea posiblemente nos llevará por delante”, dijo. Precisó que hay tres ámbitos esenciales sobre los que hay que buscar alternativas. “El primero, sobre la garantía de ingresos, la protección económica de las personas, nuevos mecanismos de redistribución, tenemos que pensar que hacemos con los trabajadores pobres, con las familias con niños en situación de pobreza y la forma de erradicar la pobreza severa. En segundo lugar, desarrollar el empleo de inserción; hay que ofrecer oportunidades a la gente y no podemos condenarla a periodos largos de desempleo e inactividad. El tercer reto es el acompañamiento social, el trabajo con las personas, con sus habilidades y las herramientas del trabajo social. Si en el primer informe de Ciparaiis hablamos de prevenir la destrucción de capital humano, ahora se trata es de recuperar un capital humano fuertemente deteriorado”.
en corto
Autores del Informe. El trabajo, coordinado por Miguel Laparra, ha sido redactado por una decena de investigadores: Txerra García de Eulate, Marta Lasterra, Nerea Zugasti, Ángel García, Paola Damonti, Sagrario Anaut, Begoña Pérez Eransus, Lucía Martínez Virto, Rubén Lasheras y Patricia Azcona.
Presentación. El informe fue presentado ayer en una jornada celebrada en la Facultad de Ciencias de la Salud cuya inauguración presidió el vicerrector de Investigación de la UPNA, Alfonso Carlosena, y contó con la participación del director de la Cátedra Ciparaiis, Miguel Laparra, y de representantes de las entidades que la integran: Cáritas, Fundación Secretariado Gitano, Cruz Roja y Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. En la jornada participaron 321 asistentes.
l a frase
miguel laparra “tenemos que asistir a un tiempo de innovación y de audacia política”
El director de la cátedra Ciparaiis, Miguel Laparra, invitó a reflexionar sobre este problema que requiere intervenciones y decisiones políticas nuevas.
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