La expectación era máxima ayer a
las puertas de la prisión de Korydalos,
en Atenas. Sus puertas se abrieron
a eso de las 17.30 horas. Un automóvil
gris hizo su aparición. En el
asiento trasero iba sentado un sonriente
Nikolaos Mijaloliakos, el líder
del partido neonazi Amanecer Dorado,
tras haber pasado 18 meses en
prisión preventiva, el máximo permitido
por la ley en Grecia.
Otro de los diputados del partido,
Yannis Lagos, abandonó la cárcel en
otro vehículo. Ambos pasarán las
próximas semanas bajo arresto domiciliario
y tendrán prohibido salir
del país. Mijaloliakos sólo tendrá
permiso para acudir al Parlamento.
Lagos no podrá participar en actos
políticos. «Amanecer Dorado no ha
caído en los 18 meses de encarcelamiento
de sus líderes… Amanecer
Dorado nunca caerá», señaló la
agrupación mediante un comunicado
en su web, calificando los arrestos
como «ilegales» e «inconstitucionales
». Afrontarán a los tribunales
del país a partir del 20 de abril, fecha
de inicio del macrojuicio contra el
partido. La cúpula y otros 70 militantes
y simpatizantes de Amanecer
Dorado testificarán para defenderse
ante un informe de 700 páginas elaborado
por la Fiscalía.
La agrupación ha sido calificada
como «organización criminal» y los
imputados deberán responder por
los asaltos a inmigrantes e izquierdistas
así como decenas de cargos
que incluyen extorsión y homicidio.
Mijaloliakos y buena parte de los diputados
del partido fueron detenidos
en septiembre de 2013, tras el asesinato
del rapero izquierdista Pavlos
Fyssas a manos de un simpatizante
del partido. La Fiscalía relaciona al líder
con la dirección de los grupos
paramilitares de la agrupación.
Hasta 16 diputados de Amanecer
Dorado durante la legislatura anterior
deberán testificar ante el juzgado.
Trece de ellos siguen siendo parlamentarios.
A pesar de los arrestos,
los griegos no han dejado de votar al
partido nacional socialista. Fueron la
tercera opción en las urnas el 25 de
enero. Lograron el 6,3% de los votos
y consiguieron 17 escaños.