La inmigración hacia Estados Unidos
ya no la protagonizan sólo
campesinos de países latinoamericanos
en busca de una oportunidad
al norte del río Grande. El último
perfil de quienes apuestan por
hacerse un hueco en la vida económica
del gigante del norte ya no
son únicamente mano de obra, sino
empresarios propietarios de
concesionarios de automóviles.
Son ya tres –Garrido, Hernández
y Oñate– los que han cruzado la
frontera y han adquirido ya una decena
de concesionarios en suelo estadounidense.
Nueve de ellos son
de Nissan y el restante, de Infiniti.
Garrido ha optado por operar en la
bahía de San Francisco; Hernández,
en el área de Los Ángeles, en
ambos casos dentro del estado de
California, mientras que Oñate se
ha asentado en Houston (Texas).
Todo esto bajo la mirada atenta
de José Muñoz, vicepresidente ejecutivo
de Nissan, responsable del
mercado norteamericano. Muñoz
conoce bien a estos empresarios
puesto que, tras dejar el puesto de
director general de Nissan Motor
España, fue presidente de Nissan
México, logrando que la marca japonesa
se convirtiera en la líder del
mercado con una penetración superior
al 25%.
El ejecutivo español, que desde
hace un año es también miembro
del consejo ejecutivo de la marca
en Japón, explica que de momento
están operando en zonas de alta influencia
hispana y, más concretamente,
mexicana. Recuerda que
hay casi 50 millones de mexicanos
viviendo en Estados Unidos con la
imagen de que Nissan es el líder
absoluto en su país de origen, algo
que Muñoz reconoce que les da
ventaja. «Hemos pasado de ser los
segundos en ventas a clientes hispanos,
superando a Honda».
VENDER EN ESPAÑOL
«Al principio –continúa Muñoz– los
concesionarios estadounidenses no
creían que estos grupos mexicanos
se atrevieran a entrar en este mercado
porque las inversiones a realizar
era muy importantes, pero ahora
los respetan y, en algunos casos,
se están apresurando a comprar
nuevas instalaciones para evitar
que los mexicanos crezcan más».
Evidentemente, estos concesionarios
mexicanos han introducido
el español, en paralelo con el inglés,
como idioma para sus vídeos
y publicaciones profesionales y de
promoción, algo que, rápidamente
han imitado sus competidores, no
sólo de Nissan, sino también de
otras marcas.
Se calculaba que en 2010, la población
de origen hispano era responsable
de un 9% de las ventas a
particulares en el mercado estadounidense.
Cuatro años después
se estima que supone ya el 12%, y
el porcentaje sigue creciendo. La
previsión es que en 2050, el 30% de
la población en Estados Unidos será
de origen hispano.