Más de 300 náufragos africanos se ahogan en el Mediterráneo
El Periodico, , 12-02-2015Serían 346 los emigrantes desaparecidos entre Libia e Italia desde el fin de semana, aunque la cifra podría superar los 400, lo que transformaría la última tragedia del mar en la más grave desde que comenzaron las que cínicamente se llaman «travesías de la esperanza».
La Organización Mundial de Migraciones (OIM) y la de Refugiados (ACNUR), Save the Children y las autoridades italianas certificaron que 84 personas fueron salvadas y que otras 29 murieron por el frío en las lanchas policiales después de ser rescatadas. Sin embargo, de Libia habían partido cuatro lanchas con más de 100 personas en cada una, por un total de 420, según han reconstruido los organismos internacionales citados. Una ha sido rescatada con 84 ocupantes; en otras dos había solo dos y siete respectivamente y de la cuarta no se sabe nada. «Se hundió nada más zarpar», han explicado los supervivientes.
La nueva tragedia migratoria confirma, según el ministro de Exteriores de Italia, Filippo Gentiloni, que la operación Tritón, amparada por la UE, no es suficiente. Lo mismo dijo Nils Muiznieks, comisario para los derechos humanos del Consejo de Europa. «No está a la altura de las obligaciones que debe resolver, porque Europa necesita un sistema de búsqueda y salvamento eficaz».
Desde comienzos de año, la operación Tritón, organizada por la agencia de vigilancia de las fronteras de la UE, sustituyó a la operación exclusivamente italiana Mare Nostrum, que durante un año salvó a casi 150.000 personas. Aparte de los medios más escasos, la misión de Tritón se concentra alrededor de la frontera con Italia, mientras que con Mare Nostrum las naves buscaban y rescataban hasta las mismas aguas libias.
«No queríamos partir a causa del mal tiempo, pero los traficantes nos han obligado bajo la amenaza de las armas», relató uno de los salvados. La mayoría procedían de Senegal, Costa de Marfil, Niger, Mali y Mauritania. «Estábamos encerrados en un almacén y el sábado, sin aviso previo, nos obligaron a ir hasta una pequeña playa libia». Libia es el principal punto de partida de aquellos que buscan llegar a Europa.
Algunos se opusieron, a causa del tiempo, pero «no nos dejaron volver hacia atrás», contó otro a Giovanna di Benedetto, de Save the Children. Todos habían pagado 800 dólares por la travesía. A punta de fusil les subieron a las cuatro lanchas de unos 40 caballos con 10 latas de combustible en cada una.
LAMENTO DEL PAPA / El viento soplaba a 36 nudos y las olas eran de nueve metros de altura, «como un edificio», explicó uno de los marinos italianos que les socorrieron después de que fueran alertados por la Guardia Civil desde España, avisada a su vez por el familiar de uno de los que subieron a bordo y que le había llamado por teléfono.
Algunos sabían que les esperaba una dura travesía pero no se amedrentaron. «Sabemos que nos enfrentamos a un destino con altas probabilidades de morir. Pero es un sacrificio que asumimos de forma consciente para así tener un futuro», dijo un superviviente.
«Aseguro nuevamente mi solidaridad para que a nadie le falte el socorro necesario», dijo ayer el papa Francisco tras lamentar la tragedia. Más explícitamente habló Nunzio Galantino, secretario de los obispos italianos, quien acusó a Europa de «interesarse únicamente por los lobis sobre la piel de las personas». «Los poderosos – añadió – aplauden al Papa, pero siguen haciendo lo que quieren».
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