El horror de la mutilación genital femenina afecta a cerca de 125 millones de mujeres en el mundo y amenaza cada año a otros tres millones. Son mujeres que sufren la extirpación del clítoris en ocasiones por costumbres ancestrales o por razones religiosas. Pero esta sinrazón, en la práctica, solo provoca dolor en la mujeres, muertes – muchas no sobreviven a la intervención – y constituye una violación de los derechos humanos, además de ser un reflejo de la desigualdad entre mujeres y hombres.

Coincidiendo con el día internacional contra la mutilación genital femenina, celebrado ayer, la OMS recordó que esta práctica es común particularmente en África oriental y occidental, y en algunas zonas de Asia y el Gofo Pérsico. Pero también tiene su reflejo en mujeres que viven en Euskadi.

En los últimos dos años, Osakidetza ha detectado, al menos, 17 casos de diagnóstico de mutilación genital femenina. No obstante, no se trata de ablaciones realizadas aquí. «Se considera que son mujeres que han sufrido esa mutilación antes de venir» a Euskadi. De hecho, la mayoría de estos casos se detectan por parte de los profesionales de Osakidetza durante las consultas a la atención al embarazo. Así consta en una respuesta parlamentaria del Departamento de Salud a una pregunta de la parlamentaria socialista Rosa Fresno. En el texto, firmado por el consejero Jon Darpón, se afirma además que en Euskadi «no se tiene constancia de esta práctica a niñas que viven» aquí.

Experiencia piloto

Con el objetivo de prevenir que se puedan dar prácticas de mutilación genital femenina en Euskadi, Osakidetza está llevando a cabo una «experiencia piloto multidisciplinar» en la OSI Bilbao – Basurto. En ella participan profesionales de la salud, servicios sociales y educación, en la que participa el área de igualdad, cooperación y ciudadanía del Ayuntamiento de Bilbao y cuenta con la colaboración de Biltzen y Emakunde.

En la experiencia se ha diseñado una guía de actuación dirigida a los profesionales implicados y a las asociaciones que trabajan en el ámbito de la inmigración , donde se definen las actuaciones para el abordaje de situaciones de riesgo e intervención en los casos de mutilación genital femenina ya consumados».

Ayer mismo, Unicef y organizaciones de profesionales sanitarios hicieron un llamamiento conjunto para movilizar «a los trabajadores de la salud de todo el mundo» contra la mutilación genital femenina.

Asimismo, el Gobierno subrayó ayer que el anteproyecto de Ley de Protección a la Infancia introduce en el artículo 11, como principio rector de la actuación administrativa, la protección de los menores contra cualquier forma de violencia, incluida la mutilación genital femenina.