La batalla por el control de la prostitución callejera en los polígonos de Madrid ha acabado con una redada policial y seis de sus principales líderes detenidos y en prisión. Los arrestados son miembros del clan de Dorel Inocentiu, un peligroso y violento grupo, que también manejaba otros campos delincuenciales como el tráfico ilícito de vehículos, los robos en domicilios y las extorsiones.

La Policía considera a los apresados como líderes del grupo más peligroso de España, que había ocupado el vacío dejado por el que fue considerado como el mayor proxeneta de Europa, el también rumano Ioan Clamparu, alias Cabeza de Cerdo, condenado a 30 años de cárcel en 2012. Tras el encarcelamiento de Cabeza de Cerdo, el negocio de la prostitución se repartía entre la banda de su sucesor, Dorel Inocentiu Hanea, alias El señor del polígono y el clan de Becu. Dos mafiosos con fuerte personalidad con numerosos antecedentes (Dorel tenía 29 arrestos).

En la calle, los proxenetas pagaban a la red 80 euros a la semana por cada mujer que trabajaba. Dorel era extremadamente violento y empezó a ganarse cada vez más enemigos en el negocio de la prostitución.

La situación se hizo insostenible cuando Dorel se cansó de que cada vez fuesen más los proxenetas que dejaban de pagarle a él una parte de sus ganancias para dárselas a su rival. Fue ahí cuando decidió que era momento de acabar con Becu.

Dorel planeó matar a Becu con una bomba de fabricación casera. La idea era colocar el artefacto, dinamita Riodín, en un coche de juguete teledirigido. Había que colocarlo debajo del coche de Becu, que estacionaba cada día cerca de su casa de Parla, y accionarlo cuando se subiese al vehículo. El explosivo lo suministró uno de los detenidos, integrante del clan de Dorel y responsable de una empresa de perforaciones en Toledo.

Eligieron la noche del 6 al 7 de noviembre para el crimen. Uno de los secuaces de Dorel aparcó el coche y comenzó a preparar el artefacto. En ese momento le estalló. La onda expansiva le dejó sin una pierna y sin varios dedos de una mano y un testículo, según las fuentes consultadas.

Los agentes de Información investigaron el caso y entrevistaron días después al herido, que acusó a alguien de meterle una bomba en su coche. Tenía varios antecedentes como integrante de la banda de Dorel y se empezó a sospechar que mentía.

La Brigada de Policía Judicial entró en la investigación y averiguó que tras la explosión había una guerra entre clanes. La operación se saldó con los seis detenidos. Becu continúa en libertad, ya que al menos en este caso investigado era la víctima.

Dorel no está entre los detenidos. En cuanto supo que se le seguía huyó a México. En las redes sociales la Policía halló un certificado de defunción a nombre del mafioso rumano.

Los investigadores preguntaron a las autoridades sanitarias, que confirmaron que una persona con esa identidad había fallecido por una sobredosis. Su cadáver fue repatriado a Rumanía. La Policía relata que ha visto imágenes del velatorio y el entierro por lo que dan por fallecido a El señor del polígono, si bien admiten que aún les falta por recibir una última muestra de ADN de Rumanía para confirmar su muerte.