El alcalde de Gasteiz, Javier Maroto (PP), ha aceptado hoy el Servicio de Mediación Intrajudicial para tratar de reconducir la denuncia presentada contra él por SOS Racismo pero ha puesto como condición que este colectivo rectifique sus acusaciones de racista vertidas contra él.

GASTEIZ. Maroto ha acudido esta tarde al servicio de mediación, dando
inicio así a una vía que fue propuesta por el fiscal superior del País
Vasco, Juan Calparsoro, en un intento por resolver el conflicto que se
ha abierto entre SOS Racismo y el alcalde de Gasteiz después de que éste
acusara a determinados colectivos de inmigrantes de vivir de las ayudas
sociales y de no querer trabajar.

Sin embargo, la vía de la mediación podría tener sus días contados ya
que, el propio Maroto ha expuesto a los medios de comunicación tras un
primer contacto que si SOS Racismo no rectifica en sus acusaciones, no
está dispuesto a reunirse a través de este servicio público.

Maroto ha recordado que el colectivo de ayuda a inmigrantes le llamó
racista cuando decidió dar de baja “a 1.200 personas que estaban
empadronadas en una lonja – propiedad de esta entidad – sin vivir allí”,
decisión que volvería a tomar porque entiende que es su obligación como
alcalde hacer cumplir el padrón, ha apuntado.

También se ha reafirmado en la prohibición a una mujer musulmana de
bañarse en unas piscinas públicas con ropa de calle “porque lo impide el
reglamento de higiene” de estas instalaciones, ha recordado.

Asimismo, ha indicado que fue acusado de racista cuando hizo público
el dato de que el 65 % de las personas con nacionalidad magrebí que
viven en Vitoria cobran la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) y en
muchos de esos casos esas personas no han trabajado ni lo van a hacer
nunca dada su situación irregular.

En este sentido, ha opinado que SOS Racismo debería entender que lo
único que él hace es “cumplir la normativa y dar datos oficiales”, por
lo que “no tendría que haber espacio para el insulto”.

Ha advertido de que se ha dicho de él que “habría que cortarle la
cabeza como a una serpiente” y ha opinado que este tipo de insultos son
“incompatibles con un proceso de mediación”, que sí desea y que hoy ha
aceptado aunque con condiciones.

El portavoz de SOS Racismo, Fede García, que ha escuchado en silencio
las declaraciones de Maroto tras salir del servicio de mediación, ha
dicho luego a los medios que no va a rectificar, que quien tiene que
hacerlo es el alcalde.

Previamente, Maroto también se ha reafirmado en sus declaraciones y
ha advertido de que no piensa dar ningún paso atrás sino “lo contrario”.

Ha reconocido que como alcalde tiene una mayor responsabilidad a la
hora de intentar rebajar la tensión sobre este asunto y ha precisado que
por eso ha dicho en más de una ocasión que “inmigración no es igual a
fraude”.

También ha indicado que admite que el fraude en las políticas
sociales no es el peor de los fraudes porque hay otros que preocupan más
como el fiscal o la corrupción, también de su partido.

No obstante, ha considerado que “quienes generan tensión son quienes
se oponen a eliminar el fraude y los abusos”, que son conocidos y están
refrendados por las estadísticas de Lanbide.

Por eso, ha reiterado que lo que pretende es “poner orden en las
políticas sociales” y en una normativa “que permite el abuso y el fraude
en las ayudas sociales”, sin que esto tenga nada que ver con el color
de la piel de las personas.

“Solidaridad sí pero abusos no”, ha subrayado.