"Compartimos el dolor"
El presidente de Francia conmina a EEUU a «encontrar juntos respuestas contra el terrorismo»
El Mundo, , 17-01-2015John Kerry repartió abrazos en París, una semana después. «Quería estar aquí para daros un abrazo», dijo en un discurso mitad en francés mitad en inglés, durante un homenaje a las víctimas de los atentados en el Ayuntamiento de París. Antes había acudido a los lugares de los ataques. En el supermercado kosher, donde Amedy Coulibaly mató a cuatro personas, y en la sede de Charlie Hebdo, donde los hermanos Kouachi asesinaron a siete miembros de la redacción y a otras cuatro personas, el secretario de Estado norteamericano depositó sendas coronas de flores y dedicó unos minutos de silencio.
El jefe de la diplomacia estadounidense llegó el jueves por la tarde para «hacer partícipe a todo París y a toda Francia» de la «emoción» que siente EEUU, dijo ayer, por un país que destaca por su «compromiso» con la libertad de expresión, «una inspiración para el mundo entero». En el Hôtel de Ville, Kerry tuvo palabras de elogio para Lassana Bathily, el ciudadano maliense empleado de la tienda judía que ayudó a salvar la vida a seis rehenes. Francia ha concedido a Bathily, de confesión musulmana, la nacionalidad como premio a su valentía y compromiso. El americano indagó en «la repulsión que sintieron los estadounidenses ante estos hechos atroces contra víctimas inocentes y contra valores universales» y recordó de nuevo que EEUU tiene en Francia «su aliado más antiguo». Insistió mucho en la alianza francoestadounidense: «Afrontamos juntos los desafíos más temibles. Juntos perseveraremos y juntos venceremos».
Salió al encuentro de los policías para felicitarles también: «Habéis estado increíbles», les dijo en francés. Y desplegó un gran abrazo para el cantante James Taylor, que entonó La Marsellesa con su guitarra y cantó su famosa You’ve got a friend, en un guiño al viaje que protagoniza el titular de Exteriores de EEUU.
Kerry derrochó simpatía y cariño con los franceses: tenía que esmerarse para deshacer el entuerto formado por la ausencia de representantes de alto nivel en la gran manifestación antiterrorista del domingo pasado. En su discurso en el Ayuntamiento, tiró de recuerdos de juventud –su madre creció en Francia– y se reivindicó francófilo y francófono. Se le notaba a gusto, pero también con mucho cargo de conciencia. En un acto previo, presentó sus excusas a su homólogo francés, Laurent Fabius, por no haber participado en la marcha antiterrorista.
Antes de los abrazos, las flores y los discursos en francés, el ministro de Exteriores de Obama se reunió con el presidente galo, François Hollande, en el Eliseo. «Vosotros también fuisteis víctimas de un atentado terrorista excepcional, el 11 de septiembre de 2001», le recordó Hollande. «Debemos encontrar juntos las respuestas necesarias», le conminó. «Compartimos el dolor del pueblo francés», fue todo lo que le respondió el estadounidense.
Fue un viaje muy bien aprovechado, el del jefe de la diplomacia estadounidense, ya que ayer se reunió también con su homólogo iraní, Mohamad Zarif, para tratar el estado de las negociaciones sobre el programa nuclear de Teherán. Ambos ya se habían entrevistado durante seis horas días atrás en Ginebra.
CONTRA LA ISLAMOFOBIA
Por su parte, Hollande siguió con su batería de discursos y ayer le tocó escuchar al cuerpo diplomático. Reclamó una respuesta «colectiva» y «firme» frente al terrorismo, que calificó de «enemigo común». Por primera vez, pronunció la palabra «islamofobia», casi tabú estos días. «No es una guerra contra la religión, sino contra el odio», dijo, en la que «cada país debe asumir todas las medidas necesarias» y en la que «Europa debe endurecer su dispositivo», concluyó.
Precisamente, de endurecer habló ayer la líder del populista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, quien consideró insuficientes las medidas antiterroristas puestas en marcha por el Gobierno de Manuel Valls y difundió sus propias propuestas. Entre ellas, mencionó el control de las fronteras y la revisión de concesión de nacionalidad. Le Pen ofreció una rueda de prensa en la sede de su partido, en Nanterre. «Cuantos más extranjeros entren en nuestro territorio, mayor riesgo hay de que haya individuos que practiquen el proselitismo», predicó estableciendo una supuesta relación entre el islamismo radical y la inmigración, informa Efe.
Le Pen volvió a incidir en que su voluntad es que se suspenda el principio de movilidad de los ciudadanos europeos en el espacio Schengen, «un paraíso para los yihadistas», definió. Y pidió crear una brigada de la Gendarmería especializada en los suburbios de la periferia, donde se concentran más inmigrantes.
Francia sigue conmocionada por los atentados que causaron 17 muertos en total la semana pasada. La madrugada del jueves al viernes, 12 personas fueron detenidas para ser interrogadas por supuesto «apoyo logístico» a los terroristas. «La mayoría son conocidos por los servicios de policía por delitos comunes», precisó en conferencia de prensa el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
«Estas interpelaciones muestran la determinación del Estado para reaccionar de manera implacable, para llagar a todos los que pudieron ser cómplices de estos atentados bárbaros», declaró el primer ministro, Manuel Valls, recoge France-Presse.
En total, ocho hombres y cuatro mujeres fueron interrogados por un «posible apoyo logístico» que habría aportado a los asesinos armas y vehículos, según fuentes judiciales. Las pesquisas se centraron, sobre todo, en los suburbios de la periferia, en especial en Grigny, al sur de la capital, de donde era originario Amedy Coulibali, y en Montrouge, donde fue abatida el 8 de enero una policía.
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