La islamofobia saca partido

Las formaciones ultra suman adeptos gracias a la campaña del miedo tras el atentado de París

El Mundo, ROSALÍA SÁNCHEZ BERLÍN ESPECIAL PARA EL MUNDO , 11-01-2015

Los cruentos asesinatos de París eran precisamente lo que los movimientos xenófobos en toda Europa estaban esperando. «El atentado [contra el semanario francés Charlie Hebdo] parece un ataque a la libertad de expresión, la democracia, Europa y contra todos nosotros, pero lleva el agua a nuestro molino, y no vamos a aprovechar para presumir de que lo sabíamos», se puede leer en la página de Facebook de la plataforma alemana Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente). En apenas unos días y como fruto del miedo que el atentado ha esparcido por todo el continente, Pegida se ha internacionalizado y ha dejado de constituir un fenómeno exclusivamente alemán.

Mañana lunes tendrá lugar en Oslo la primera manifestación convocada por Pegida, que cuenta en Noruega con alrededor de un millar de seguidores dispuestos a fortalecer «un movimiento de protesta que, con un fundamento humanista, se manifiesta contra la inmigración musulmana y la influencia del islam». Los Pegida noruegos reivindican al ultraderechista noruego Anders Behring Breivik, que en julio de 2011 llevó a cabo un doble atentado con 77 muertos en protesta contra la multiculturalidad y la –a su juicio– reciente islamización de este país nórdico. Posiblemente quien se beneficie electoralmente de estas manifestaciones sea la coalición entre el Partido Conservador y el ultranacionalista Partido del Progreso, de corte xenófobo, que gobierna desde hace algo más de un año Noruega.

También ha surgido una rama austriaca de Pegida en Austria, que celebrará su primera manifestación el 2 de febrero, según confirmó ayer la policía de Viena. El partido de extrema derecha austriaco FPÖ, que anteriormente ya había anunciado su apoyo a Pegida, ha animado a sus votantes a acudir. Y podría estar a punto de brotar una rama española que pretende manifestarse hoy mismo en los alrededores de la mezquita de la M-30, en Madrid, una manifestación que no había recibido el pertinente permiso de las autoridades, al cierre de esta edición.

En realidad, no hay partido de extrema derecha en Europa que no se haya percatado del potencial electoral de las secuelas del atentado. La presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN) francés, Marine Le Pen, pidió ayer a sus partidarios que hoy se manifiesten en todas las provincias de Francia, pero no en París, donde su partido ha sido excluido de la marcha antiterrorista la que acudirán los líderes gubernamentales europeos.

‘ALTERNATIVA’ DE LE PEN

«Marcharemos al lado del pueblo francés, con el pueblo francés, uno e indivisible, en todos los sitios menos en el cortejo parisino», dijo Le Pen en un mensaje grabado en vídeo, utilizando el mismo argumento que otros partidos similares, y asociando las marchas Pegida y paralelas, al nacimiento de una masa crítica ciudadana ajena a las consignas de los gobiernos democráticamente elegidos.

Según la versión digital del diario Le Figaro, la presidenta del FN tomará parte hoy en la marcha organizada en Beaucaire, una localidad del sur del país que gobierna su partido, para visibilizar una vía alternativa a la respuesta de la política convencional, a la que califica de «sectaria» y «secuestrada por los partidos».

Tras la fachada de reacción al atentado de París, los autodenominados «antiislamización» esconden en la mayor parte de los casos proclamas abiertamente xenófobas y racistas. Fundadores de Pegida como Siegfried Döbritz o ThomasTallacker claman en sus cuentas de Facebook contra los «cagones del desierto», mientras que los manifestantes alemanes gritan en sus protestas que «en Alemania sobran extranjeros». El partido anti euro Alternative für Deutschland ya se ha reunido con ellos y les cobrará su apoyo en las próximas elecciones.

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