Detenidos por haber arrojado de la patera a diez inmigrantes ahogados
Apalearon y robaron a las víctimas tras reprocharles que provocaban el mal tiempo con sus rezos
El Mundo, , 16-01-2015MIGUEL CABRERA ALMERÍA
La tragedia en la que perdieron la vida
más de una veintena de inmigrantes
subsaharianos que navegaban a
bordo de una patera a principios de
diciembre en aguas de Almería no estuvo
provocada sólo por la fatalidad
y el temporal al que tuvieron que hacer
frente medio centenar de personas
a la deriva, entre ellos varios niños
y mujeres, sino que el suceso
también escondía el macabro crimen
cometido por los dos patrones de la
embarcación, que habrían arrojado
al agua a entre siete y diez nigerianos
tras apalearles y robarles su dinero.
Estos hechos han sido revelados
por al menos tres de los 29 supervivientes,
ahora testigos protegidos de
la Policía, que ha detenido a los dos
patrones, de nacionalidad camerunesa.
Su relato, una vez ingresaron en
el centro de internamiento de extranjeros
de Algeciras, no pudo ser más
escalofriante: según atestiguan, los
homicidios se produjeron después de
que la pequeña patera, que había
partido de Nador el 3 de diciembre,
quedara a la deriva, sin motor, y de
que arreciase el temporal. Durante
una de las noches en esta situación,
un pastor nigeriano comenzó a rezar
por su temor al naufragio, una vez
que las condiciones meteorológicas
empeoraban, y fue seguido por otros
hombres de su nacionalidad.
La reacción de los patrones cameruneses
fue tan violenta como increíble:
dijeron que los rezos eran los responsables
del empeoramiento del
tiempo y se hicieron con las tablas
que cubrían el fondo rígido de la embarcación
neumática para agredir y
tirar por la borda tanto al pastor como
a otros pasajeros nigerianos. El
resto de víctimas –entre ellos puede
que hasta siete niños– murieron al
caer al agua supuestamente por las
malas condiciones de la mar, según
informa la Policía, aunque las circunstancias
en que desaparecieron
no parecen todavía demasiado claras.
De momento, ni siquiera la Policía
tiene claro el número de personas
que viajaban a bordo de la embarcación,
que ahora fija en «unas 50»,
aunque en un principio se habló de
hasta 58, según los datos ofrecidos
por cooperantes que dieron la voz de
alarma una vez se conoció que la patera
había quedado a la deriva, por
lo que se buscó en aguas del Mediterráneo
hasta localizarla el 5 de diciembre.
Atendiendo a los nuevos
datos facilitados por los supervivientes,
habrían muerto 21 personas. En
un primer momento, se habló de
hasta 30 desaparecidos y de la presencia
en la embarcación de entre
siete y nueve niños, de los que sólo
sobrevivió una pequeña de tres años,
ya recuperada junto a su madre.
Y es que los rescatados ni siquiera
pudieron confirmar a los agentes en
Algeciras el número exacto de personas
habían sido apaleadas y tiradas
por la borda por los dos patrones,
puesto que era de noche, estaban en
medio de un temporal y atemorizados
por la situación y, sobre todo, por
los dos agresores. Este miedo les llevó
a un estado de shock por el que ni
siquiera se atrevieron a revelar las
agresiones al ser interrogados por la
Policía en Almería durante las 72 horas
que estuvieron en la provincia,
antes de ser trasladados al centro de
internamiento de Algeciras. Los
agentes sólo tuvieron tiempo en Almería
para advertir que el grupo de
hombres supervivientes se dividía en
dos grupos: «Uno formado por los
dos patrones, ahora detenidos, y el
otro por el resto de supervivientes,
que no se comunicaba nunca con los
cameruneses y que aún mostraban
señales de miedo hacia ellos».
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