Una ONG malagueña crea el primer servicio integral de apoyo a los inmigrantes subsaharianos de la valla de Ceuta

La asociación, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Málaga, ofrecerá ayuda humanitaria a más de 300 personas que malviven en la frontera

Diario Sur, Amanda Salazar, 14-01-2015

La Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes ha desarrollado el primer proyecto integral de ayuda humanitaria orientada a inmigrantes subsaharianos en la zona marroquí de la valla de Ceuta, que ha empezado a funcionar esta misma semana.

La entidad malagueña – que lleva doce años luchando por mejorar las condiciones de vida de los extranjeros en la capital, además de desarrollar distintos proyectos de cooperación internacional – ha creado un Centro de Apoyo a Inmigrantes en la zona que contará con una unidad de intervención sociosanitaria formada por médicos, enfermeros, trabajadores sociales y un abogado. El centro promovido por la Asociación Marroquí cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga, el Ministerio Marroquí de Migraciones y con los voluntarios de la ONG marroquí Manos Solidarias, según señalan desde el organismo.

Karima Ouald Ali, presidenta de la ONG, destaca la importancia de este logro, con el que pretenden atender las necesidades más básicas de los más de 300 inmigrantes apostados en la carretera que une Castillejos y Ksar Seghir, a unos 4 kilómetros de la valla con la ciudad autónoma de Ceuta. «Actualmente sobreviven en los bosques, en una zona de difícil acceso y en una situación de extrema pobreza, ligada a la clandestinidad de su situación, con un miedo atroz a las fuerzas de seguridad marroquíes», indica Ouald Ali. En su mayoría, se trata de hombres, aunque también hay mujeres y menores que vienen huyendo de la pobreza y de la guerra en sus países de origen, sobre todo del Oeste de África, con el sueño de cruzar a Europa para conseguir una vida mejor.

A esto se suma las duras condiciones climatológicas del invierno. Según explica, estas personas malviven resguardándose en las cuevas o en chabolas que construyen con desechos, y cuentan como único medio de vida con las limosnas que consiguen en la propia carretera, porque ni siquiera pueden acercarse a los pueblos cercanos a pedir comida a los vecinos debido al férreo control de la policía marroquí.

Mantas para combatir el frío

Según explican desde la asociación malagueña, en los primeros acercamientos del equipo técnico a estos inmigrantes , lo que más piden, es ropa de abrigo, y mantas para poder sobrevivir al frío en las largas noches de invierno.

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