INMIGRACIÓN EL 60% DE LAS 1.400 PERSONAS ACOGIDAS EN EL CETI HUYEN DE LA GUERRA SIRIA
A EUROPA POR AÑO NUEVO
Un centenar de inmigrantes accede a Melilla en el mayor salto de los últimos meses
El Mundo, , 31-12-2014La fortaleza en la que se había convertido últimamente la valla de Melilla, gracias al refuerzo de medios técnicos y humanos enviados por Interior, se vio ayer superada por 102 inmigrantes que celebrarán el Año Nuevo con el sueño cumplido de entrar en Europa sin salir de África.
Seguramente este centenar de subsaharianos dejó atrás el campamento del monte Gurugú ayer de madrugada pensando en que horas más tarde recorrerían el camino a la inversa, tal y como les ha ocurrido a prácticamente todos los que lo han intentado en este segundo semestre del año, más de 8.000.
Sin embargo, una estrategia bien planificada les llevó directamente a las entrañas de Melilla, la puerta de Europa para más de 5.000 inmigrantes irregulares este año, un récord que supera incluso las del año 2005, el de la crisis de las vallas.
Los 102 subsaharianos que desde ayer duermen en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) formaban parte, en realidad, de un grupo más amplio de entre 150 y 200 personas. Y a su vez, había otros dos grupos de iguales dimensiones desplegados en otros puntos acechando la valla. Su suerte fue que los otros fueron avistados por la Guardia Civil y las fuerzas auxiliares marroquíes, y ellos aprovecharon las casas cercanas al paso fronterizo de Barrio Chino para esconderse agazapados mientras los agentes estaban centrados en repeler al resto.
Poco antes de las siete de la mañana corrieron hacia el enrejado fronterizo bien equipados con garfios en las manos y tornillos en las suelas de los zapatos, artilugios caseros que les ayudan a escalar rápidamente la valla aunque sus agujeros se hayan reducido a la mínima expresión para evitar que nadie pueda trepar.
Desde el 28 de mayo, día en que medio millar de inmigrantes accedieron de forma irregular en el segundo salto histórico del año en el perímetro, no se habían visto entradas tan multitudinarias como la de ayer. Antes del amanecer, las escenas de alegría y el tradicional cántico de victoria bossa bossa se repetían en la puerta del CETI por la llegada de este centenar de inmigrantes, la mayoría de Mali y Guinea Conakry. Uno de ellos, con una aparatosa herida en la pierna por la que tendrá que ser operado al sufrir doble fractura.
Mientras tanto, otros 40 compañeros que no fueron tan rápidos en el salto se quedaron encaramados en la valla y allí permanecieron durante horas. Los dos últimos decidieron bajar a las tres de la tarde, casi ocho horas después del salto, y como el resto fueron entregados a las autoridades marroquíes. De nuevo la polémica servida sobre las devoluciones en caliente que denuncian las ONG y partidos de la oposición que el Gobierno prefiere llamar rechazos en frontera.
Con la entrada de ayer, y si las fronteras de Melilla superan sin mayor sobresalto el último día del año, el CETI cerrará 2014 con 1.400 acogidos, al triple de su capacidad, que es de 480 plazas. De ellos, casi el 60% son inmigrantes sirios, desde hace varias semanas mayoría frente a los subsaharianos por primera vez en la historia del centro.
El conflicto bélico que asola Siria se nota en Melilla desde que en el verano de 2013 empezaron a llegar las primeras familias. Al final del año pasado sumaron 200, pero en este 2014 el éxodo sirio se ha multiplicado por 12 hasta alcanzar los 2.400 en total.
Son, por lo tanto, casi la mitad de todos los inmigrantes que han entrado de forma clandestina a Melilla este año, de forma discreta y sin tanto ruido como los subsaharianos, cuyas entradas son bastante más mediáticas. En 2014 ha habido 70 intentos de saltar la valla.
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