Ni la malla anti – trepa, ni el despliegue anti – intrusión, ni siquiera la lluvia y las bajas temperaturas logran frenar a los inmigrantes subsaharianos que consiguen entrar en tropel a Melilla sin oposición ninguna.

Un total de 102 inmigrantes subsaharianos de diferentes nacionalidades –cameruneses, amlienses, guineanos – han conseguido superar todo el perímetro fronterizo y el control policial para dirigirse por su propio pie hacia el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) donde ya permanecen acogidos tras haber pasado por los controles sanitarios y haber recibido aseo, comida y ropa.

El salto tenía lugar poco antes de las 7.00 horas de la mañana, cuando un grupo de apenas 200 inmigrantes llegaba a la valla de Melilla a la altura del paso fronterizo de Barrio Chino. Más de un centenar lograban entrar y otros 50, aproximadamente, conseguían llegar hasta la última valla, la que da al lado español, y se quedaban encaramados en ella esperando un descuido de los agentes españoles o pidiendo ser acogidos por humanidad.

Un joven ha tenido que ser trasladado de urgencia por los servicios sanitarios de Cruz Roja al Hospital Comarcal de Melilla con una fractura abierta de tibia y peroné. Ya ha sido operado de urgencia y permanece ingresado en este centro hospitalario a la espera de poder recuperar bien la movilidad en la pierna izquierda.

A las 11.30 horas, todavía cerca de 40 subsaharianos seguían encaramados al vallado, lo que no ha permitido la apertura del paso fronterizo que ha permanecido cerrado toda la mañana, no permitiendo el habitual paso de mercancías de contrabando por parte de los porteadores ni la entrada de trabajadores transfronterizos procedentes de Marruecos a la ciudad autónoma.

Según relata la Delegación del Gobierno, las Fuerzas Auxiliares de Marruecos han intentado frenar al compacto grupo de inmigrantes, pero al intentar acceder a Europa por una zona poblada han visto su labor dificultada por las barreras arquitectónicas, lo que no les ha permitido frenar el salto.

Se esperan más saltos

La presión migratoria continúa en este año 2014, que ha sido sin duda el de mayor intensidad y número de entradas. En total, ha habido unos 70 intentos de entrada irregular, en los que unos 2.300 inmigrantes han conseguido saltar la triple valla metálica de más de seis metros de altura.

En los campamentos del monte Gurugú se calcula que pueden sobrevivir actualmente entorno a los 800 inmigrantes subsaharianos, cuyo único objetivo es intentar entrar en Melilla.