La historia de Gabi está repleta de nudos. De los que se le hacen a uno en la garganta cuando pasa por una situación difícil. Esta mujer perdió a sus padres con apenas tres meses de vida en una accidente de coche. Fue a parar a un orfanato de su país de origen, Rumanía, donde vivió hasta los 15 años. Allí la tenían atada a la cama y no aprendió a caminar hasta que dos hombres la sacaron de aquel infierno.

¿Luz al final del túnel? No. Sus supuestos ángeles de la guardia eran en realidad dos diablos. La explotaron laboralmente en semáforos de varias ciudades españoles y también abusaron sexualmente de ella. Ahora, ha podido liberarse de ese yugo y parece que, por fin, la suerte empieza a sonreírla… también la de la Lotería.

El décimo que Gabi compró para el sorteo del día 22 no resultó premiado, pero el de José Luis López, sí. Este hombre jugaba con el número de su fundción, Adelante África, y ha donado parte del premio que recibió el lunes a la mujer. Ella se ha comprometido a informarle punto por punto de en qué se gasta los 6.600 euros que ha recibido. De momento, lo primero será tramitar sus papeles en la embajada de Rumanía y conseguir la tarjeta sanitaria.