La distribución de alumnos inmigrantes entre las escuelas públicas y las concertadas no ha mejorado prácticamente nada en los últimos años. Los colegios de la red pública acogen a la mayoría de los alumnos inmigrantes: casi 10.000 de los cerca de 15.000 matriculados en el sistema. Es decir, uno de cada diez escolares de colegios públicos que cursan la etapa  obligatoria (Primaria y Secundaria) es extranjero. Una constante que se mantiene a lo largo de los años, a pesar de que el Gobierno se ha propuesto reiteradas veces alcanzar el equilibrio dada la financiación pública con la que cuentan los centros concertados.

Pero dentro de esta red también hay diferencias muy notables. Mientras que los colegios dependientes de la Iglesia (agrupados en torno a Kristau Eskola) cuentan con un 6,4% de extranjeros; las ikastolas privadas apenas llegan al 2,6%. Eso significa que la red pública escolariza cuatro veces más inmigrantes que las ikastolas concertadas. Y es que los datos arrojan la conclusión de que "las ikastolas no abren sus puertas a los inmigrantes”, tal y como denunció el parlamentario del PP, Iñaki Oyarzábal, en la Cámara vasca.

Los cambios que los sucesivos Gobiernos han intentado para reequilibrar esta situación han chocado con la realidad. Nada ha podido modificar el reparto de inmigrantes entre las escuelas sostenidas con fondos públicos.  Si se consideran las variables de red y modelo se observa que la concentración del alumnado extranjero se da, especialmente, el modelo A de la red pública. Así, uno de cada dos alumnos del modelo A en la red pública es extranjero, lo mismo que uno de cada cinco del modelo bilingue de los colegios públicos y uno de cada 10 del modelo A en la red concertada.

En los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI), la tasa de alumnado extranjero es más relevante y alcanza el 36%, con una distribución igual entre las redes educativas. Los PCPI escolarizan a jóvenes de entre 16 y 18 años de edad que no hayan obtenido el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria. Es una forma de rescatar y recuperar para el sistema educativo a chavales abocados al fracaso escolar.

En la Educación Permanente de Adultos (EPA) la participación del alumnado extranjero es alta, llegando al 42% del total.