INMIGRACIÓN CUATRO OPERACIONES DE RESCATE DE LA MARINA ITALIANA DURANTE LA NAVIDAD

UN MILAGRO ENTRE PATERAS

Más de 1.300 inmigrantes son rescatados por las autoridades italianas en las costas de Sicilia

El Mundo, SORAYA MELGUIZO MILÁN ESPECIAL PARA EL MUNDO , 27-12-2014

Algunos ya lo han bautizado como un auténtico milagro de Navidad. La noche del 25 de diciembre, Kate, una mujer nigeriana de 28 años que viajaba en una barcaza, fue rescatada por la nave de la Marina Militar italiana Etna cerca de la costa siciliana. Allí, entre militares y en medio del Mediterráneo, escenario de tantos dramas humanos y cementerio de sueños rotos, dio a luz a un niño sano al que han llamado Testimony Salvatore. «Ha sido duro», cuenta la joven a los médicos italianos, pero «era Navidad y ha salido todo bien».

Kate no viajaba sola. A su lado estaba Destiny, una niña de poco más de un año. El largo viaje de la esperanza de las dos había comenzado un par de días antes en el puerto de Libia. Hasta allí habían llegado procedentes de Algeria, donde la joven nigeriana se despidió de su marido y sus dos hijos mayores, de 10 y seis años, buscando un futuro mejor para toda la familia en Italia, donde vive su hermana. Como ella, en las últimas horas, más de 1.300 inmigrantes fueron rescatados por la Marina Militar italiana a escasas millas de Sicilia en distintas operaciones de salvamento. Junto a la pequeña Destiny y su madre viajaban otros 900 inmigrantes, muchos de ellos mujeres y niños. Todos fueron puestos a salvo y consiguieron pisar tierra firme anoche. Entre los inmigrantes rescatados, las autoridades italianas pusieron en aislamiento a una persona que presentaba síntomas compatibles con la malaria y la tuberculosis y que se encuentra en observación en un centro hospitalario.

Pero ni Destiny, ni su madre, ni las cerca de 900 personas con las que viajaban, fueron las últimas en intentar llegar a Europa. Pocas horas más tarde, otras cuatro embarcaciones fueron interceptadas por las autoridades italianas cerca de la isla de Lampedusa. Más de 400 personas fueron rescatadas con vida mientras que en una de las barcazas se encontró el cadáver de un joven inmigrante.

El drama de la inmigración no entiende de calendarios. Ni la Navidad ni las bajas temperaturas consiguen frenar los viajes de la esperanza de miles de desesperados que continúan embarcándose en precarias barcazas, hacinados y sin nada que echarse a la boca durante días, para intentar alcanzar el sueño europeo. Los más de 1.300 inmigrantes rescatados en las últimas horas se unen a las casi 168.000 personas que llegaron a las costas italianas en el último año. «Una cifra récord», según el ministro de Interior transalpino, Angelino Alfano, que exige una colaboración mayor de Bruselas y del resto de países de la Unión Europea.

Más de 100.000 personas, la mayoría provenientes de Egipto, Siria, Eritrea y Somalia, fueron rescatadas por las autoridades italianas durante la operación Mare Nostrum, la misión humanitaria puesta en marcha en 2013 por el anterior ministro italiano, Enrico Letta, tras la muerte de más de 350 inmigrantes en aguas de Lampedusa en octubre del año pasado. Un año después, Mare Nostrum dio el relevo a Tritón, el operativo europeo de control del Mediterráneo que coordina la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), pero la intervención de las patrulleras transalpinas continúa siendo fundamental para evitar que el Mediterráneo se trague las vidas de miles de personas cada año.

Según datos oficiales, el Gobierno italiano destinó 114 millones de euros para controlar las aguas del Mediterráneo en el último año. Dinero con el que sufragar 32 naves de la Marina Militar, dos submarinos, aviones y helicópteros dedicados a salvar vidas, además de movilizar a cerca de 900 soldados al día. Nada que ver con los escasos tres millones con los que cuenta la operaciónTritón.

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