«Llevamos muchos años trabajando muy duro para poder salir adelante»

El Gordo sonríe a inmigrantes africanos y suramericanos que viven del campo; también a un promotor que llevaba tres años en el dique seco

La Verdad, J. R. PALACIOS / J .G. BADÍA , 23-12-2014

Nació en Ecuador hace 41 años y lleva quince viviendo en Mazarrón junto a su marido, Julio de la Cruz, y su hija, Katherine. Margarita Cedeño fue una de las agraciadas ayer con uno de los cincuenta décimos premiados con El Gordo, que vendió la administración número 3 de la localidad, ‘El Dólar’.

Esta ecuatoriana pasó la mañana recogiendo tomates, sin saber que había ganado 400.000 euros, hasta que Margarita hizo su habitual pausa del mediodía para comer. «Me llamó mi cuñado y me dijo que tenía un décimo con el primer premio».

Sin embargo, no se lo creyó. «Llevo siete años jugando el 13437. Siempre me ha gustado mucho el 7 y el 5. Había comprado varios décimos para ver si la suerte me arropaba, pero no me imaginaba que me pudiera tocar a mí», relataba ayer. «Cuando me he enterado, he llamado a mi esposo y le he dicho que mirara el número. Me lo ha confirmado y me quedé parada. Me puse a llorar; no sabía qué hacer».

Justo en ese momento, su marido también lloraba de felicidad al conocer que su esposa había comprado un décimo premiado con El Gordo. Esta familia aún no sabe qué va a hacer con el dinero. «No me ha dado tiempo a pensar. No me lo creo», repetía una y otra vez Margarita. Lo hacía derrochando lágrimas de felicidad en la puerta del despacho de lotería. Su esposo contaba que «llevamos muchos años trabajando duro para salir adelante». Esta administración mazarronera ha llevado la suerte a varios inmigrantes, entre ellos, dos africanos que trabajan en el sector agrícola.

Hasta el despacho también acudió Juan Domingo Roldán, director de zona del Banco Santander. «Este año, por primera vez, se puede cobrar el premio el mismo día. Estamos aquí para hacer la gestión de cobro, se fiscaliza y se hace líquido el premio». A lo largo del día fueron muchos los banqueros que peregrinaron por este despacho a la búsqueda de agraciados para abrirles una cuenta. Eso sí, no todo serán depósitos, porque Julio de la Cruz ya pensaba ayer «en invertir y montar algún negocio en Ecuador».

Es el caso de Ginés, promotor inmobiliario, agraciado con un décimo, y que después de tres años sin actividad por la crisis, avanzaba ayer que «tengo varios terrenos y cuando cambie la situación invertiré».

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