Un nuevo intento de salto a la valla de Melilla esta madrugada se ha saldado con un guardia civil herido. El agente ha recibido un golpe con un garfio, el instrumento que suelen utilizar los inmigrantes para sortear la malla que reviste el perímetro fronterizo de la Ciudad Autónoma. El inmigrante que supuestamente le agredió formaba parte de un grupo de unas 200 personas de origen subsahariano que intentaron cruzar la frontera. Solo uno de ellos consiguió el objetivo.

Este es el tercer intento de salto masivo que se produce esta semana. En ellos han participado casi 1.400 inmigrantes, de los que solo uno, un ciudadano camerunés que ha cruzado este viernes, ha logrado acceder a territorio melillense. El Gobierno calcula que, en todo 2014, se han producido 20.000 intentos individualizados de vulnerar el vallado de la frontera sur de Europa.

Los inmigrantes intentaron cruzar el vallado a las 7.00. Se dividieron en varios subgrupos para dispersarse por los distintos frentes que rodean el Cementerio Musulmán en su parte marroquí y dificultar así las labores de contención por parte de las fuerzas de Marruecos.

La rápida reacción de los agentes marroquíes frustró el acceso a la valla de la mayoría. A pesar de ello, unos 30 han conseguido encaramarse al vallado. Según fuentes de la delegación de Gobierno, han ido desistiendo de cruzar de forma progresiva debido a la gran presencia policial, tanto marroquí como española.

A las 9.30, ningún inmigrante persistía. Solo uno logró adentrase en la ciudad. Actualmente se encuentra en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla (CETI).