Un nuevo intento de entrada protagonizado por un rápido grupo de cameruneses se ha saldado con un guardia civil herido, a consecuencia del golpe fortuito que recibió de un inmigrante que rozó la cara del agente con uno de los garfios que utilizan para sortear la malla anti trepa que reviste el vallado fronterizo. El guardia fue trasladado rápidamente al servicio de Urgencias del Hospital Comarcal, para que evaluaran el pequeño corte que se produjo en el rostro.

El intento de salto se producía a las 06:29 horas de esta madrugada por la zona próxima al cementerio musulmán de la ciudad, concretamente, los inmigrantes atravesaban el cementerio marroquí de Sidi Guariach, muy cercano al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que colinda con el vallado fronterizo.

El grupo, de algo más de 200 personas, una vez en el cementerio, se dividió en varios subgrupos en un intento por llegar a los diferentes frentes que rodean el cementerio y sortear las numerosas chumberas y plantas de pita que pueblan el campo santo.

La rápida reacción de los agentes marroquíes logró frustrar el acceso a la valla de la mayoría de los que intentaban alcanzarla. Aun así, más de 20 inmigrantes lograban encaramarse al vallado, aunque rápidamente desistían en su intento. Sólo ocho inmigrantes estuvieron encaramados más de una hora, siendo finalmente uno de ellos el último en bajar tras tres horas sentado sobre la valla.

A las 10:00 horas ningún inmigrante persistía en las vallas, ya que todos habían sido bajados a la fuerza y devueltos a Marruecos. Finalmente, sólo uno, de origen camerunés, lograba superar por completo el dispositivo y adentrase en la ciudad para entrar en el CETI por su propio pie.

Como es habitual, la Guardia Civil ha desplegado una vez más todo el dispositivo anti – intrusión, compuesto por unidades de su Comandancia en Melilla y reforzado con los Módulos de Intervención Rápida (MIR) y el helicóptero de la Benemérita, destinados a la ciudad para el refuerzo fronterizo.

Las asociaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes en Marruecos han denunciado el uso de perros de presa, por parte de las Fuerzas Auxiliares marroquíes, para perseguir y capturar a los inmigrantes, así como el ensañamiento a golpes con palos de madera, una vez que son capturados.

Este es el tercer intento de entrada a través del vallado que se produce en lo que va de semana. En los mismos han participado casi 1.400 inmigrantes, de los que sólo uno ha logrado acceder a territorio melillense.

Con el salto de hoy ya son casi 20.000 los intentos individualizados de vulnerar el vallado de la frontera sur de Europa, contabilizados a lo largo del presente año 2014. Según datos de la Delegación del Gobierno, unas 2.200 personas habrían conseguido entrar en Melilla, y no ser expulsadas, a pesar de las iniciativas de refuerzo del dispositivo anti – intrusión y la estrecha cooperación de las autoridades marroquíes.