Ya habían pasado tres horas pero todavía era visible el cerco de la enorme mancha de sangre que dejó al desplomarse un joven ecuatoriano de 14 años asesinado ayer tarde en Barcelona. Cuando llegaron los sanitarios todavía llevaba clavado en el pecho el cuchillo que utilizó su asesino. A medianoche, mossos del grupo de homicidios empezaron a tomar declaración a los testigos. Uno es clave para la resolución del crimen: un amigo de la víctima de 17 años que también fue agredido, aunque no con arma blanca, porque logró zafarse de los agresores. Al parecer, este último joven había abandonado recientemente su militancia en una banda latina. Los dos paseaban ayer tarde con su monopatín en en los aledaños de la estación de Sants. Los agresores iban a por el de 17, y acabaron asesinando al de 14, que no estaba en ninguna banda.
Tras ser apuñalado, el menor pudo caminar unos metros hasta caer desplomado a los pies de la segunda torre que limita el perímetro del parque de la Espanya Industrial. Dos jóvenes corrieron al interior de la estación y alertaron a un vigilante de seguridad. Los Mossos d’Esquadra, que tienen comisaría en la misma estación, fueron los primeros en llegar, acordonar la zona y anotar la identidad de posibles testigos, algunos de ellos taxistas.
El joven cayó a escasos metros de la hilera de taxis que esperan su turno para acceder a la parrilla de la estación. «Era un crío. Lo tenía visto, del grupo del monopatín. Tenía el pecho abierto. Sangraba mucho. Los de la ambulancia lograron llevárselo con vida», relató un taxista.
El vigilante de seguridad del McDonalds del interior de la estación, el establecimiento más cercano al lugar del crimen, solo pudo asomarse un momento. «Los Mossos tuvieron acordonada la zona hasta casi las diez de la noche».
En la comisaría de les Corts, junto a los mossos del grupo de homicidios trabajaban anoche los investigadores que en los últimos años se han especializado en el seguimiento de las bandas latinas. Este es el primer asesinato protagonizado por pandilleros en Catalunya desde mayo del 2012. Y si finalmente los Mossos confirman ese primer relato de venganza en el que la víctima no estaba vinculada con ninguna banda, el crimen recordará mucho al de Ronny Tapias en el 2003. El menor colombiano asesinado en Barcelona por error en una venganza.

DECLIVE / Anoche todavía era demasiado pronto para contar con rigor a qué pandilla latina pertenece el asesino o asesinos que salieron de cacería a castigar al traidor . En cualquier caso, el trabajo de los Mossos ha permitido tener muy controlados a unos pandilleros que se han replegado en los últimos años en Catalunya. En el declive ha ayudado el retorno de miles de inmigrantes sudamericanos a sus países y el freno de la llegada de nuevos inmigrantes. La Unidad Central de Grupos Juveniles Organizados calcula que hay unos 2.000 jóvenes pandilleros en Catalunya. Los Latin King siguen siendo el grupo más numeroso seguido de los Ñetas, Maras, Black Panthers, Bloods, Los Menores y los Trinitarios.