La carrera homicida de Hicham

La Audiencia condena a 27 años de prisión al joven que cometió los crímenes del barrio de La Ribera

El Mundo, J. OMS BARCELONA, 19-12-2014

La carrera enloquecida que protagonizó
hace prácticamente un año
Hicham Jaamit, y tras la que dejó
un cadáver en las calles del barrio
de La Ribera, ha acabado costándole
una pena de cárcel de 27
años.
La Audiencia de Barcelona
condenó ayer al joven por el asesinato
de un hombre a cuchilladas
el pasado 7 de enero y por
haber intentado lo mismo con
otro, al que llegó a herir con el
mismo cuchillo mientras huía por
las calles de Ciutat Vella. Unas
agresiones cuya motivación aún
hoy se desconoce y que fueron la
culminación de la pendiente en la
que entró la vida de un joven que,
hasta pocos meses antes de aquella
tarde y durante cuatro años,
tuvo una vida normalizada en un
centro de acogida de la Generalitat
y recibía formación en el Casal
del Raval. Desapareció de ambos
lugares hasta que sus tutores
volvieron a escuchar su nombre
tras sus ataques.
La sentencia confirma la ruta
de violencia que protagonizó Jaamit
a lo largo de dos días y que
arrancó con la muerte del hombre
al que seccionó el cuello en
una zona llena en aquel momento
de turistas. El asesinato, además, lo ejecutó tras haber intentado
matar a otro paseante, el cual salvó
la vida pese a las dos puñaladas
que el joven le asestó por la
espalda. Tras el homicidio escapó
por las calles de Ciutat Vella hasta
que fue detenido por la Guardia
Urbana después de encadenar
nuevas agresiones.
Su primer destino fue el paseo
Colom donde trató de robar a dos
turistas a los que alertó del carterista
el empleado de una tienda
que pudo seguirle y avisar a dos
agentes de la Guardia Urbana que
le detuvieron. Jaamit, no obstante,
fue liberado poco después al no
ser relacionado con el homicidio
ni llevar encima el cuchillo con el
que cometió los dos ataques.
Por la noche repitió, y tras provocar
una pelea en un bar huyó a
la carrera. No pudo entonces ser
atrapado, pero un policía localizó
el cuchillo y activó su búsqueda
en el centro de Barcelona. No fue,
sin embargo, hasta la madrugada
del día 8 cuando fue definitivamente
apresado tras golpear en la
cabeza con un palo a un indigente
en la plaza Reial. Arrestado por
aquella última agresión, los
Mossos d’Esquadra acabaron vinculándole
con el homicidio al encontrar
en el dorso de su bolsillo
restos de sangre seca.

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