La Guardia Civil ha detenido en Melilla a tres personas, como presuntos autores de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, al introducir en la ciudad desde Marruecos a inmigrantes de origen sirio, fundamentalmente menores, aprovechando la documentación de marroquíes.

Según ha informado el instituto armado, las detenciones se produjeron después de que una patrulla advirtiera la presencia de un vehículo el pasado domingo en un lugar “apartado”, en las inmediaciones del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).

El vehículo estaba ocupado por cuatro adultos un matrimonio marroquí, un ciudadano español y un residente en el CETI y dos menores, uno de ellos de tres años del que no se pudo acreditar en ese momento su identidad, lo que conllevó el inicio de una investigación.

Las pesquisas llevadas a cabo han posibilitado constatar que las personas detenidas, la pareja marroquí y el ciudadano español, formaban parte de un grupo estructurado que, de forma continua, introducía a inmigrantes en la ciudad, en concreto de origen sirio.

Para ello, aprovechaban la similitud de los rasgos faciales que tienen con la identidad de otras personas de origen marroquí, a los que suplantaban la identidad al mostrar la documentación en los controles fronterizos.

En concreto, el menor de tres años que acababan de introducir era parte de una familia alojada en el CETI, formada por el matrimonio y otros tres hermanos de edades comprendidas entre los 9 y 5 años, que habían sido introducidos en Melilla ese día o el anterior por el mismo procedimiento.

Los padres de los menores pagaban, para ello, alrededor de 700 euros por cada niño.

A los tres detenidos, que ya han ingresado en prisión tras pasar ayer a disposición judicial, se les atribuye la pertenencia a un grupo estructurado que se lucra con su actividad delictiva de la situación de necesidad que rodea a los inmigrantes.

Al ciudadano español, C.B.T, de 28 años, se le considera el responsable de la infraestructura del grupo en la ciudad.

La Guardia Civil resalta su “incansable y permanente lucha” en Melilla contra las mafias y grupos organizados que, “sin escrúpulos”, se dedican a introducir inmigrantes en la ciudad, “aprovechándose de la gran vulnerabilidad y situación que padecen”.