El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha destacado este miércoles que el trabajo “proactivo” de la sociedad civil, que ofrece acompañamiento y procesos de acogida a las personas inmigrantes recién llegadas, junto a las políticas sociales “de corte universalista”, explican “por qué en Euskadi no han surgido conflictos graves en torno a la inmigración”.

GASTEIZ. Además, ha apostado por “combatir las reducciones legales de derechos y libertades, fomentando políticas públicas que se nutran de la igualdad y que respeten la diversidad”.

Urkullu ha ofrecido este miércoles en Lehendakaritza una recepción con ocasión del Día Internacional del Migrante, un acto en el que también ha participado el consejero de Empleo y Política Sociales, Juan María Aburto, y que ha contado con la asistencia de un grupo de personas emigrantes, así como representantes de los colectivos y entidades que trabajan en la acogida y acompañamiento de estas personas.

En el acto, el lehendakari ha leído una Declaración Institucional en la que ha recordado el pasado emigrante del pueblo vasco para defender que la migración, “una de las situaciones más complejas a las que se enfrentan las personas y sociedades, en el corto plazo de la nueva realidad puede ser fuente de dificultades”, pero ha defendido que “no se debe ocultar este hecho, sino asumirlo como algo normal en todo proceso de cambio social”.

En este sentido, ha apostado por una “efectiva aplicación del principio de igualdad”, porque “no cabe integración sin reconocimiento y garantía de los derechos para todas las personas”. “Debemos combatir las reducciones legales de derechos y libertades, fomentando políticas publicas que se nutran de la igualdad y que respeten la diversidad”, ha subrayado.

Urkullu ha puesto en valor el euskera como “elemento que puede reforzar la cohesión social” y cree que su impulso entre las personas inmigrantes “es una buena herramienta de integración y participación”.

Además, ha asegurado que todas las instituciones están promoviendo políticas o iniciativas orientadas a favorecer la integración de las personas inmigrantes y ha puesto como ejemplo los programas para “prevenir la xenofobia”.

El lehendakari ha destacado el trabajo realizado por la sociedad civil que ha sido “proactiva” ofreciendo acompañamiento y procesos de acogida a las personas recién llegadas. “Este valioso trabajo, acompañado de unas políticas sociales de corte universalista, explica por qué en Euskadi no han surgido conflictos graves en torno a la inmigración, así como la normalidad en la integración de numerosas personas de origen extranjero”, ha señalado.

UN GRAN ACUERDO

Por último, en el Día internacional del Migrante, ha invitado a toda la sociedad vasca a “construir un gran acuerdo que permita seguir caminando en la dirección de una ciudadanía plural e inclusiva, y que haga pivotar las libertades, derechos y obligaciones fundamentales de todas las personas sobre el hecho común de la condición de residencia y no sobre la distinta condición de nacionales o extranjeros”.

“Las personas inmigrantes no son otros entre nosotros, sino que forman parte del nosotros vasco que estamos construyendo entre todos”, ha concluido.

Tras subrayar que las cifras de inmigración extranjera en Euskadi han sido inferiores a las de la mayoría de sociedades de su entorno, el consejero Aburto ha puesto en valor que las instituciones vascas han adoptado una posición “proactiva” hacia la realidad de la inmigración y ha apostado por continuar construyendo un Gran Pacto Social por la construcción de la diversidad en Euskadi.

Según ha explicado, los trabajos para conseguir este acuerdo, iniciados hace tres años, deben trazar las “líneas rojas” que instituciones y agentes sociales se comprometen a respetar cuando se aborden en sus actividades el fenómeno de la inmigración. “Hemos avanzado mucho, pero aún es necesario dialogar y acordar para ampliar la base social de este acuerdo”, ha indicado.