Cuando el hijo del alcalde no es blanco... y lo sabe

De Blasio explica a su hijo mulato cómo hablar a un policía e impone cámaras a los agentes

El Mundo, CAROLINA MARTÍN ADALID NUEVA YORK ESPECIAL PARA EL MUNDO , 06-12-2014

Desde que se conoció la decisión del jurado de Staten Island de no enjuiciar a un oficial de policía por la muerte de Eric Garner, la actuación del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, ha estado en el punto de mira. ¿Cómo controlará las protestas? ¿Logrará tender puentes entre la policía y la comunidad?

Mientras unos ven al político como un héroe pacificador que contiene las protestas, otros le señalan como un «agitador», que aviva el rechazo hacia la policía.

De Blasio, cuya mujer es de raza negra y sus hijos son mulatos, reconoció que el caso Garner resultaba algo «profundamente personal» para él. «Chirlane y yo hemos hablado con [nuestro hijo] Dante sobre los peligros a los se enfrenta. Hemos tenido que entrenarle, como muchas otras familias durante décadas en esta ciudad, en poner especial cuidado en cualquier encuentro con los policías, que están para protegerle», dijo durante la conferencia de prensa. Estas palabras provocaron fuertes críticas de Patrick Lynch, presidente del sindicato de policía Patrolmen’s Benevolent Association, quien acusó a De Blasio de poner a la policía de Nueva York (NYPD) «a los pies de los caballos». Tal mensaje, apuntó Linch, traslada a los ciudadanos que «deben temer a los agentes» y eso, «no es cierto». Lo que hay que enseñar a los hijos es que «pueden caminar seguros por las calles porque hay policías», defendió, y si hay que temer a alguien «es a los criminales».

El ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, también censuró la actuación del alcalde de Blasio y le acusó de «debilitar el respeto por el sistema de Justicia». En una entrevista en la cadena Fox, Giuliani, en cuyo mandato descendió la criminalidad en la ciudad gracias a su política de «tolerancia cero» con los criminales, apuntó que comentarios como los de De Blasio «ayudan a crear esta atmósfera de protesta y, algunas veces, de violencia».

De Blasio, que lleva estos tres días de protestas haciendo equilibrios entre la libertad de expresión y el derecho a manifestarse con la represión total de los actos violentos, defendió su posición recordando que desde que tomó las riendas de Nueva York, hace un año, ha expresado su «inmenso respeto» por el Departamento de policía, pero que hay que decir las cosas como son: «La gente de la ciudad ha visto cómo moría un hombre que no debería haber muerto».

Con el vídeo de la detención de Garner presente y la decisión del jurado reciente, De Blasio y el jefe de policía, Bill Bratton, anunciaron la puesta en marcha de inmediato del proyecto piloto para que los policías porten cámaras de vídeo en sus uniformes mientras patrullan, lo que «incrementará la confianza de la gente en el NYPD», subrayó el alcalde.

Este viernes se estrenaron tres comisarías de distrito, con 27 dispositivos en total, en los barrios de Staten Island, Bronx y Brooklyn. Y la próxima semana, se sumarán otras tres, después de que completen el entrenamiento sobre cómo manejarla. Estos centros fueron elegidos, explicó De Blasio, «en parte porque han tenido un alto ratio» de incidentes durante la práctica de la «detención y cacheo». Bratton, que ha tomado como referencia el sistema de la policía de Londres –del que supo en 2005–, espera que se vaya ampliando el número de cámaras.

Ésta es sólo una de las cinco reformas anunciadas por la Alcaldía, que también incluye el «reentrenamiento» de todos los 35.000 policías de Nueva York, un cuerpo que estos días trabaja para que las protestas discurran con tranquilidad.

Los detenidos eran casi 300 hasta anoche, cuando el fiscal de distrito en Brooklyn, anunció la convocatoria de un gran jurado para considerar posibles cargos en la muerte a tiros de otro hombre negro desarmado a disparos de un policía novato.

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