MOVILIZACIÓN ANTIMUSULMANA

Hollande alerta del auge del racismo contra la inmigración en Francia

El Periodico, EVA CANTÓN PARÍS, 17-12-2014

Era un discurso largamente esperado. François Hollande rompió ayer definitivamente con la línea marcada por su antecesor en el Elíseo, Nicolas Sarkozy, al abordar un asunto espinoso del que, hasta ahora, sólo el ultraderechista Frente Nacional parecía tener el monopolio.

El presidente francés habló por primera vez sobre inmigración en un momento en el que la tolerancia hacia el extranjero no pasa por su mejor momento y en un lugar simbólico: el Museo Nacional de Historia de la Inmigración, un palacete construido en 1931 y abierto para albergar el museo en el 2007 pero que Sarkozy no inauguró jamás.

«Quiero recordar a los franceses de dónde vienen, sus valores como ciudadanos y a dónde queremos ir juntos», dijo el jefe del Estado, partidario de «no dejar sitio a los discursos que instrumentalizan el miedo de la disolución» de quienes sueñan con "una Francia en pequeño».

«Hay que retomar el combate», enfatizó el presidente, que hizo un largo repaso del fenómeno migratorio desde el punto de vista histórico. «Siempre ha habido demagogos que utilizan el incumplimiento de reglas comunes para justificar el rechazo », abundó.

ANTE LOS ALARMISTAS / También echó mano de las cifras para poner en su sitio a los más alarmistas y destacó que Francia acoge unos 200.000 inmigrantes al año desde hace una década, lo que supone el menor porcentaje de Europa en relación a la población francesa.

En clara alusión a las propuestas de Marine Le Pen para abandonar Schengen y restablecer el control de fronteras, Hollande dejó claro que cuestionar este espacio europeo no sería más que «retroceder».

De su intervención se esperaba, además, que ratificara la promesa de permitir el voto de los extranjeros no comunitarios en las elecciones municipales y así lo hizo. Aunque no con la misma energía que mostró en el resto de su discurso, consciente de que para que la medida salga adelante se necesita una mayoría de tres quintos en la Asamblea nacional, dado que sería obligatorio modificar la Constitución.

Las asociaciones agradecieron el gesto de Hollande, aunque creen que llega tarde. «Esperábamos un gran discurso a la nación nada más ser elegido», lamentó Alain Jakubowicz, presidente de la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo (Licra).

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