La Guardia Civil en una operación internacional realizada conjuntamente con la Drug Enforcement Administration (DEA) norteamericana, ha detenido en la urbanización “La Finca” de Pozuelo de Alarcón (Madrid) a Víctor Alonso M.P., alias “Palomo o El Negro Mosquera”, destacado narcotraficante colombiano del Clan Úsuga y responsable de los sicarios de dicho clan.

Las autoridades norteamericanas habían emitido a través de Interpol una orden de búsqueda y captura para su extradición, por considerarle responsable de la introducción en Estados Unidos de más de una tonelada de cocaína entre los años 2010 y 2013.

La investigaciones se iniciaron hace 6 meses cuando los agentes de la Guardia Civil recibieron informaciones que indicaban que el ahora detenido pudiera encontrarse residiendo en la zona elitista de Puerto Banús (Málaga).

Realizado un meticuloso y complejo análisis de la información recibida, finalmente se descartó que estuviera residiendo en ese lugar, dirigiéndose las sospechas de su ubicación a una urbanización de gran lujo ubicada en el término municipal de Pozuelo de Alarcón (Madrid).

A partir de este momento, la Guardia Civil estableció un dispositivo de vigilancia y control sobre los accesos y vías de la urbanización, hasta que el pasado día 12 se detectó la presencia de una persona con unas características físicas coincidentes con la persona buscada, por lo que se procedió a su identificación

En un primer momento, el detenido mostró a los agentes documentación mejicana falsificada por lo que los agentes procedieron a su detención.

Hace 6 meses, Víctor Alonso se había desplazado desde la región de Urabá (Colombia) a España para reforzar la expansión de la organización hacia Europa, y a su vez, para controlar una red de sicarios que debían realizar en España ajustes de cuentas sobre varios objetivos ya seleccionados, lo que se ha podido evitar gracias a la actuación de la Guardia Civil.

En un registro llevado a cabo en su domicilio, los agentes intervinieron dos vehículos de alta gama, dinero, documentación, material informático, etc. Entre el alquiler de la vivienda, empleadas de hogar y otros gastos, el detenido desembolsaba mensualmente más de 10.000 euros a pesar de no desempeñar ninguna actividad lícita en España.