Por segundo día consecutivo, cientos de inmigrantes de origen subsahariano han intentado entrar clandestinamente en España saltando la valla de Melilla en un mes en el que vuelve a recrudecerse la presión migratoria sobre la ciudad autónoma. Los intentos se han sucedido durante toda la noche y los inmigrantes se han repartido en un total de cinco grupos de entre 30 y 100 integrantes cada uno, que han tratado de aproximarse al enclave español en África desde sus asentamientos en el monte marroquí de nombre Gurugú.

La Guardia Civil ha avistado al primer grupo en torno a las 00.30 horas aproximándose a Beni Enzar, población marroquí con la que Melilla comparte su principal paso fronterizo. Este estaba compuesto de 30 personas, a las que han seguido, poco después, otros tres grupos de unos 100 miembros cada uno, según los cálculos oficiales que ha hecho públicos la Delegación del Gobierno. Ninguno de ellos ha conseguido acercarse al vallado fronterizo, disuadidos por el despliegue de las fuerzas auxiliares del Reino de Marruecos y del Instituto Armado español, aunque la tentativa ha durado unas cuatro horas, hasta que a las cinco de la madrugada los subsaharianos se han replegado, regresando a los campamentos del monte en los que subsisten.

El apoyo que, desde el aire, ha prestado el helicóptero de la Guardia Civil ha sido “determinante”, tal y como ha informado la Delegación del Gobierno, “para localizar y coordinar el dispositivo” que, desde hace meses, refuerzan varios módulos de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS) de este mismo cuerpo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Sin embargo, la presión migratoria no ha cesado con su regreso, puesto que dos horas después, sobre las siete de la mañana, un quinto grupo compuesto por unas ochenta personas ha realizado un nuevo intento por la misma zona, siendo este último el que más cerca ha estado de lograr su objetivo. Cinco de sus miembros han conseguido encaramarse al vallado en un tramo colindante al puesto de Beni Enzar, aunque han desistido pronto ante el fuerte dispositivo policial. Con motivo de este nuevo intento, se ha mantenido cerrada temporalmente la aduana de Beni Enzar, paralizando el tránsito habitual de personas y vehículos entre España y Marruecos hasta que la situación ha estado controlada y el paso fronterizo ha vuelto a funcionar con normalidad.

A estos intentos de entrada les preceden los registrados ayer, cuando unos 800 inmigrantes fueron avistados en distintos puntos de Marruecos próximos al vallado fronterizo español buscando la forma de superarlo. Tampoco entonces se registró ninguna entrada en territorio español. Con este son tres los intentos de entrada masiva en Melilla que se han producido en el mes de diciembre, todos sin éxito.

De nuevo, los inmigrantes han intentado usar a su favor las inclemencias meteorológicas, ya que en las últimas 48 horas se han registrado lluvias y fuertes rachas de viento ante las que se procede a desconectar los sensores de movimiento que forman parte del dispositivo antiintrusión del perímetro fronterizo.