Nuevo desencuentro entre el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Real Federación Española de Fútbol tras aplazarse por parte de la segunda al 22 de diciembre la reunión de este lunes de su Comisión Delegada para la aprobación del código disciplinario y del Reglamento general.

“La RFEF acaba de comunicar que no celebra en el día de hoy la Comisión Delegada preceptiva para la aprobación del código disciplinario y Reglamento general a los que se comprometió el pasado día 4 de diciembre. La RFEF ha anunciado que aplaza esta reunión al próximo día 22 de diciembre”, señaló en un comunicado el CSD.

Según la nota, los representantes federativos estuvieron en el encuentro de aquella fecha con la Liga de Fútbol Profesional para tomar medidas tras el fallecimiento de un aficionado del Deportivo de La Coruña el 30 de noviembre tras una reyerta en las inmediaciones del Vicente Calderón entre radicales del Atlético y del conjunto gallego.

“En el encuentro del pasado día 4, los representantes de la RFEF advirtieron que estaban complemente apoderados para la toma de decisiones, y que el día 15 de diciembre estaba ya convocada su Comisión Delegada”, añadieron desde el organismo que preside Miguel Cardenal, que advierte que “desde entonces se trabajó conjuntamente en la redacción de los mismos, disponiendo ya la RFEF del texto definitivo desde la semana pasada”.

Ante este nuevo desencuentro con la federación española, el Consejo “adoptará las medidas coherentes con el nuevo escenario creado por el incumplimiento por parte de la RFEF de los compromisos adquiridos ante el CSD y la LFP y comunicados públicamente a la sociedad”.

Ambos mantienen unas tensas relaciones. Miguel Cardenal y Ángel María Villar están enfrentados por la negativa de Villar de aceptar la subvención del 1% de la recaudación de las quinielas de fútbol. El motivo es que ello le obligaría a aceptar someterse a la Ley de Transparencia aprobada por el Gobierno en 2013: tendría que hacer público su sueldo, sus viajes, sus gastos…

Documento con las medidas

La LFP y la RFEF se reunieron hace diez días en la sede del CSD para alcanzar un acuerdo que permita “erradicar la violencia en el fútbol”, como explicaba Miguel Cardenal, que afirmaba que "el objetivo es que en el mes de mayo, cuando finalice la temporada, el panorama sea irreconocible respecto al actual.

Para lograr dicho objetivo comunicaron que impulsarán una serie de medidas que han quedado recogidas en un documento que incluye las siguientes actuaciones:

- Se podrá cerrar parcialmente los estadios donde se identifiquen actos calificados de violentos, racistas, xenófobos o intolerantes en el deporte; se podrá sancionar por “violencia verbal”; se retirarán puntos o descenderá de categoría a los clubes que colaboren, apoyen o sean permisivos con grupos o aficionados potencialmente violentos y se regulará la venta de entradas y los desplazamientos de aficionados, confeccionándose un listado de grupos violentos.

- La LFP crea una nueva figura, que se sumará a los informadores arbitrales y a los coordinadores de seguridad, que recogerá toda aquella información que sea relevante. Según explicó Javier Tebas, Presidente de la LFP, se contratará a un Director de Seguridad, perteneciente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, se creará una unidad de inteligencia de la LFP, se creará la figura del "Director de Partidos de la LFP y se instaurará una Comisión de Control y Seguimiento entre los Directores de Seguridad de los clubes, las federaciones de peñas, las Fuerzas de Seguridad del Estado y el Director de Seguridad de la LFP.

Además de estas medidas, Javier Tebas anunció la instalación de tornos de acceso son huella dactilar y reconocimiento facial “en aquellos sectores donde existan factores de riesgo”.